Iniciamos en el país una nueva etapa en el desarrollo de la pandemia del Coronavirus, ahora decretada sin rubor por criterios politices y al margen de lo que aconseja la experiencia internacional en lo más intenso de la etapa del contagio y por ende del cobro de vidas. Las necesidades de las cadenas de proveeduría norteamericanas y la campaña reeleccionista del presidente Trump instruyen a la cuarta transformación a apurar la apertura económica mexicana, lo que coincide con la necesidad política y anímica del presidente de la república por salir a iniciar su proceso de proselitismo electoral en función de los procesos electorales del 2021 y en donde estará en juego particularmente el control de MORENA en una nueva cámara de diputados responsable del manejo presupuestal federal, cuyo mando requiere el presidente para continuar con libertad la disposición de recursos para la entrega de apoyos en efectivo con rendimientos electorales a aproximadamente treinta millones de mexicanos que el partido pretende que constituyan su plataforma electoral.
Indistintamente de lo cuestionable que resulten estas medidas en cuanto a su ética y legalidad, o los resultados que arrojen a corto plazo, sobresale la improvisación salvaje con la que el gobierno federal lanza a la población del país y a las autoridades estatales a enfrentar como mejor puedan la parte más virulenta de una pandemia acrecentada en su letalidad por la falta de previsión y capacidad científica del gabinete de salud, particularmente del Dr. López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, responsable del gobierno federal en la contención de la pandemia, quien a estas fechas se ha significado por su discurso ambivalente y falso respecto de la situación real en la atención de la crisis sanitaria y los costos en vidas que ha significado el manejo político de la misma. Asimismo, el director del IMSS y su falta de empatía con las necesidades de protección y equipamiento del personal médico de esta institución ha provocado un profundo resentimiento en este sector, determinante para el futuro de una institución que viene padeciendo una falta absoluta de liderazgo. El personal médico y de enfermería del sistema de salud nacional viene enfrentando de manera heroica la lucha contra un flagelo letal tratando de cubrir además el pasmo con el cual los improvisados dirigentes del sector se han comportado en sus responsabilidades de gestión pública. La cuarta transformación no ha medido el impacto que políticamente tendrá la furia de cientos de mexicanos maltratados por este manejo equivoco de la pandemia.
No obstante, encontramos una alarmante confusión en la información pública dado que al tiempo que especialistas de instituciones nacionales y extranjeras señalan que nos encontramos en la etapa más crítica de la pandemia, el discurso gubernamental proclama que ésta ha sido vencida y la curva de contagio domada. Las cifras señalan un crecimiento exponencial de contagiados y defunciones, lo que se agrava cuando se determina unilateralmente que el país, salvo un Estado, se encuentran en semáforo rojo, es decir, extrema vulnerabilidad, y que de aquí para adelante la responsabilidad es de cada gobernador, aunque la federación continúe reteniendo los recursos financieros que se dijo se tenían en grado suficiente para enfrentar los gastos realizados por las Entidades federativas con carácter extraordinario a causa de esta emergencia. El fin de la sana distancia ha sido interpretado por la población como el regreso a la normalidad, las disertaciones de Lopez-Gatell respecto a la apertura de una “nueva normalidad” no permean en la población y aparecen como una floritura retórica que nada le significa en cuanto al comportamiento requerido en esta etapa artificial de la pandemia.
El inicio de la gira del presidente y la naturaleza de los eventos a realizar pretenden dejar de lado el tema del Covid-19 y adjudicar sus costos a terceros, es así que no hay la menor intención de evaluar en los estados a visitar las condiciones en que están operando los centros hospitalarios y su personal médico en la contención de la pandemia, el objetivo de las visitas es construir escenarios para la propaganda política que confirmen a los discípulos de la cuarta transformación que ésta se encuentra en marcha con el avance de las obras emblema del líder, como una muestra de que el advenimiento del estado de bienestar es inminente y pronto se podrá gozar.