- Se requiere de una política pública cuya base defina un modelo habitacional que garantice certidumbre a los trabajadores y promueva la productividad.
- De la mano con una metodología integral que sustente la accesibilidad de los trabajadores a una vivienda.
El sector de la vivienda en México enfrenta un entorno desfavorable en este segundo trimestre del año, consecuencia de la pandemia derivada del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19.
El confinamiento de muchos trabajadores y sus familias por la contingencia sanitaria, principalmente en este mes de mayo, impactará en la inercia que todavía se tenía hasta el pasado abril, en cuanto a la colocación de créditos hipotecarios.
Conscientes de esto, en la Comisión Nacional de Vivienda y Desarrollo Urbano de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos importante que se genere un clima de confianza a los trabajadores, a partir de la estabilidad laboral.
Estamos convencidos de que este principio debe regir todas las intervenciones y políticas públicas que se instituyan en el país, como parte de un esfuerzo coordinado para que un trabajador pueda preservar su capacidad de adquirir vivienda, aún en medio de cualquier turbulencia de carácter económico.
Hoy más que nunca, los trabajadores necesitan de un patrimonio que otorgue seguridad a sus familias, y, sobre todo, hacerles de su conocimiento de los mecanismos de apoyo ya implementados por los organismos nacionales de vivienda, apoyados siempre por el sector patronal y la banca comercial, en un esfuerzo conjunto para la adquisición del patrimonio para sus familias.
Por eso, como Sector Empresarial trabajamos en una agenda común con los directivos de los Organismos Nacionales de Vivienda, para impulsar una política de Estado, acorde a los retos de la industria habitacional, siempre con la base de potenciar el mercado interno y generar soluciones a las familias que se han visto impactadas en su economía doméstica, así como a quienes aspiran a tener una vivienda propia.
Sabemos que los actuales tiempos no son fáciles. Los retos son amplios. En ese contexto, es prioridad fortalecer a la industria habitacional, y para ello, deben de reducirse tiempos y costos en la operación de las empresas, con la finalidad de garantizar un mayor dinamismo en cuanto a la oferta de vivienda, en el país.
En la COPARMEX estamos convencidos que se requiere de una política pública cuya base defina un modelo habitacional que garantice certidumbre a los trabajadores y promueva la productividad, siempre de la mano con una metodología integral que sustente la accesibilidad de los trabajadores a una vivienda.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso para trabajar en unidad, bajo el entendido de que el verdadero motor de la transformación de México reside en sus trabajadores y en su capacidad para generar patrimonio.