Elias Micha*
Siempre, lo más difícil es solucionar los problemas. Actualmente, México está a mitad de una grave crisis sanitaria, económica y laboral. Sin embargo, por instrucciones del Consejo de Salubridad General, el pasado lunes 18 de mayo comenzó un proceso de reapertura de actividades hacia lo que las autoridades han denominado la nueva normalidad, esto es, la reanudación de ciertas labores teóricamente acompañada de una estricta vigilancia epidemiológica.
Como doctor en Matemáticas estoy plenamente consciente de que, aunque la reactivación es necesaria, también resulta en extremo riesgosa, sobre todo cuando no se planifica de manera adecuada. Cabe destacar que en México se han realizado únicamente alrededor de 1.2 pruebas PCR por cada mil habitantes, el índice más bajo de todas las naciones que integran la OCDE, ínfimo en comparación, por ejemplo, con Islandia, que hace 147.6 tests por cada mil personas.
Por esta razón, considero que es obligación de la sociedad en su conjunto colaborar para diseñar una solución que nos permita vencer tanto al coronavirus como a sus efectos durante la segunda mitad de este año y a lo largo de 2021. Como director de TallentiaMX, una asociación de empresas profesionales de subcontratación, estoy seguro de que la tercerización tendrá que ser parte sí o sí de la estrategia que haga posible que salgamos adelante.
En primera instancia, durante los meses que siguen se tendrán que realizar de manera expedita, legal y eficiente contrataciones con el objetivo de que las empresas puedan recuperarse y de que los trabajadores encuentren una fuente de ingresos. La subcontratación será el vehículo para que esto sea posible, puesto que las empresas del sector cuentan con el conocimiento y la infrestructura necesarios para administrar la recuperación laboral.
Además, ahora que algunas actividades económicas se volverán a regionalizar y que las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos parecen enfriarse, nuestro país tendrá que impulsar aquellos sectores de la economía (como las industrias aeroespaciales y las maquiladoras) que además de ser muy importantes para la América del Norte recurren intensivamente a la subcontratación. Este esquema a dado prueba de ser muy eficiente para fortalecer la incorporación de México en cadenas productivas internacionales.
Simultáneamente, en esta nueva etapa todas las empresas tendrán que redoblar esfuerzos para capacitar y rearticular a sus trabajadores en ámbitos tan distintos como el uso de nuevas tecnologías, el trabajo a distancia y el empleo a tiempo parcial. De nuevo, la tercerización, que es la administración responsable del talento humano, está diseñada específicamente para atender estos casos en beneficio tanto de la empresa (que puede seguir operando) como de los trabajadores, que gracias a este modelo pueden crecer laboralmente, tener un empleo digno y formal.
Así, si hemos de salir avante, además de la disciplina y la inteligencia sanitaria, de las medidas contracíclicas y de la planeación de la nueva normalidad, será esencial utilizar la subcontratación responsable y legal como una solución. Ahora más que nunca tenemos que proteger el empleo y aprovechar el talento de las mexicanas y los mexicanos en beneficio de todas y de todos. Con tercerización, la nueva normalidad puede ser mejor que la vieja normalidad, ya que se multiplicaría la productividad económica y el empleo formal. Tenemos las herramientas y el talento. Sólo nos falta utilizarlos.
*El doctor Elias Micha es director general de TallentiaMX