La Secretaría de Energía (Sener) publicó un acuerdo que pretende frenar la inversión privada en energías lo que impacta directamente la inversión en energías limpias y renovables. La delegación de la Unión Europea (UE) en México indicó que la implementación del acuerdo causará un impacto negativo en 44 proyectos de energía limpia en 18 estados del país, con una inversión por más de 6 mil 400 millones de dólares. Pese a que en 2015 el 25% del total de energía consumida en México fue renovable, de acuerdo con estadísticas de la International Renewable Energy Agency (IRENA, por sus siglas en inglés); con dicho acuerdo este sector seguramente tendrá un fuerte decrecimiento.
En el Partido Verde Ecologista del Estado de México manifestamos enfáticamente nuestro desacuerdo con tales medidas, pues se está pasando por alto la legislación y acuerdos internacionales. En este sentido me pregunto: ¿dónde quedó la política climática, la Ley General de Cambio Climático y la Ley de Transición Energética?, ¿dónde quedaron los compromisos de México a nivel internacional para dar cumplimiento al Objetivo de Desarrollo Sostenible 13: Acción por el Clima de la agenda 2030?
Más allá del impacto económico por apostarle a la producción de combustibles fósiles que el mercado ya no demanda, no se pueden ignorar los costos sociales y ambientales de promover la producción y consumo de energías contaminantes y de mala calidad.
Baste mencionar que, según el informe del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), la contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles, principalmente carbón, petróleo y gas, está detrás de alrededor de 4,5 millones de muertes anuales en todo el mundo y genera unas pérdidas económicas estimadas en 2,9 billones de dólares, lo que equivale a aproximadamente un 3,3% del PIB mundial. Este mismo estudio indica que 40 mil niños fallecen en México anualmente antes de cumplir los 5 años por la exposición a micropartículas (PM2.5) procedentes de los combustibles fósiles. Además, el dióxido de nitrógeno (NO2), procedente de los vehículos de combustión y las centrales eléctricas, está vinculado a unos cuatro millones de casos nuevos de asma infantil cada año, con aproximadamente 16 millones de menores afectados por asma por la exposición a NO2.
Este instituto político siempre ha impulsado y fomentado las energías renovables y limpias, por ejemplo, el Grupo Parlamentario del PVEM en el Congreso del Estado de México ha presentado e impulsado iniciativas de ley que reforman el código para la Biodiversidad del Estado de México con el objetivo de impulsar el uso de automóviles eléctricos e híbridos, la revalorización energética de los residuos sólidos urbanos, la implementación en casas habitación de calentadores solares, el aprovechamiento del biogás de los rellenos sanitarios, entre otras; todo en pro del medio ambiente, pero sobre todo para revertir el daño en la salud de la población, pues cada año pierden la vida de cientos de miles de personas por respirar el aire contaminado. Estamos convencidos de que las energías renovables son la clave para lograr la soberanía energética México y son el medio para revertir el cambio climático y el daño en la salud de los mexiquenses. Hoy más que nunca son valiosas pues, ante la pandemia que enfrentamos, evidencia científica reciente muestra que las personas que vivían en ciudades con altos niveles de contaminación tenían hasta un 84 % de mayor probabilidad de morir por infección del SARS-COV-2, en comparación con las que vivían en ciudades menos contaminadas.
Por lo que seguir apostándole a las fuentes de energía fósiles y contaminantes es un retroceso, no sólo por su impacto sobre el medio ambiente, sino porque se apuesta por un bien cada vez más escaso, de menor calidad y menor valor comercial, esto tendrá graves repercusiones en la economía de México y en la salud de la población.
Finalmente, no debemos olvidar que: Todo lo que le ocurra a la tierra, les ocurrirá a los hijos de la tierra.