Como es de dominio público la crisis generada por el surgimiento del COVID 19 en Wuhan China, en diciembre 2019, provoco el cierre de la actividad comercial y empresarial de este país, incluso dejaron de comprar el 13.4% del petróleo mundial. Si a esto les sumamos la crisis petrolera entre la OPEP, Estados Unidos y Rusia que arrancó desde el 5 de marzo del 2020 y llevó a mediados de abril a que el costo del barril fuera hasta de 8 dólares, esto sin mencionar que el confinamiento en las grandes economías del mundo, entre ellas la de México (la numero 12) ha generado el cierre de negocios y empresas y por ende la pérdida de empleo.
Señaló hace unos días el Banco de México que la economía puede registrar en 2020 su mayor contracción desde la Gran Depresión (1929). Asimismo, la Junta Directiva de esta institución manifestó que es el desempleo que podría llegar a afectar a 700 mil personas en abril, cuando en la crisis financiera de 2009 se perdieron unas 600 mil plazas en todo el año. En este sentido ha dicho el Consejo Coordinador Empresarial que la pérdida de empleos formales puede llegar a 3 millones.
Finalmente, funcionarios de BM señalaron: “El principal peligro que enfrentamos es una pérdida de empleos en el corto plazo que no se podrán recuperar en el mediano plazo, condenando a una proporción de la población a una situación de pobreza estructural”.
Solo por citar la gran crisis de desempleo que se vive en el mundo, a finales de abril, los Estados Unidos habían perdido 30 millones de trabajos formales.
Sin duda las celebraciones del 1 de mayo, fueron muy diferentes a las que tradicionalmente conocemos en el mundo porque en muchos de los trabajos se han perdido.
La Organización Internacional del Trabajo ( OIT) el 8 de abril señaló que la pandemia por COVID-19 hará desaparecer en el mundo solo en abril y junio 6.7% de las horas de empleos, los que equivale a la pedida de 195 millones de empleos.
Por eso prácticamente todo el mundo se están preparando para la llamada Economía de post guerra, porque lo más cercano que se tiene como escenario similar es el término de la Segunda Guerra Mundial de 1945.
Una vez que se levante la pandemia los sindicatos de docentes, serán la columna vertebral de la transformación de la nueva forma de vivir con al COVID, porque las herramientas tecnológicas se usarán como una constante y por ende la creación de contenidos digitales para los alumnos. Si a esto le súmanos que todo el sector productivo tendrá que trabajar muchos en sus comisiones de seguridad e higiene y más aun de alimentación saludable para los trabajadores, para que la vida siga después de la pandemia.
Así fue el 1 de mayo día de trabajo, sin trabajo.
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