64% de los CFO, directores financieros de empresas, en el país consideran que el trabajo remoto llegó para quedarse aun cuando se decrete la vuelta a los centros de trabajo, para aquellos que así lo permitan.
Las compañías deberán reforzar los protocolos de seguridad existentes y la apuesta por la tecnología es vital para poder mantener la productividad y crear un entorno de trabajo seguro.
Por otro lado, los líderes de negocio deberían analizar la implementación de esquemas de trabajo flexibles, como el teletrabajo, o las licencias temporales, para seguir operando y compitiendo en condiciones similares a las anteriores.
Las inversiones más afectadas por las medidas de suspensión o aplazamiento serán las relacionadas con las instalaciones o bienes de capital (97%), las operaciones (53%) y la fuerza laboral (50%).
En cuanto a la cadena de suministro se podría optar por cambiar los términos contractuales para proporcionar a su empresa una mayor flexibilidad y proporción, desarrollar alternativas adicionales de abastecimiento e, incluso cambiar de proveedores.
Tanto para las compañías como para los gobiernos, la mejor manera de ayudar hoy a la economía es protegiendo el empleo.