Cómo es de todos conocidos los gobiernos de China y de Estados Unidos, vienen sosteniendo una guerra comercial desde cuándo menos una década.
La administración de Barack Obama generó alianzas en el Pacífico con prácticamente todos los países de América y así contrarrestar el agresivo crecimiento de la economía China y que irónicamente es un gran comprador de insumos en el mundo, solo por citar un ejemplo: 13 % del Petróleo mundial es consumido por ellos.
La guerra que Declaró Donald Trump a Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, quien, con su estilo rijoso, inició con sanciones comerciales a estos y obligó a diversos países, entre ellos a México a dejar de vender insumos como acero, barita, entre otros; en esa ruta se nos prohibió hacer negocios con ellos y cualquier tipo de inversión. Otro ejemplo de esta batalla la vimos con las empresas tecnológicas Huawei vs Google, lo que generó una menor venta de celulares orientales.
Sin embargo, los chinos con un modelo económico sui géneris, porque se deciden comunistas y son feroces capitalistas en su modelo de producción, están proyectado para el 2025 ser un país que tecnológicamente independiente, en cuestiones de telecomunicación e inteligencia artificial, cuando menos de inicio no dependan de ninguna de las poderosas empresas norteamericanas, y dada la fortaleza económica se proyecta que en plena pandemia mundial, seguirán creciendo al 5.9%, que muchos países ya lo quisiéramos.
Cuando se confirmó el COVID-19 en el puerto comercial de Wuhan, su gobierno no dudó en declarar en cuarentena a más de 11 millones de sus ciudadanos, construyendo en horas un hospital especializado con 1,000 camas para atender la entonces epidemia y conseguir todo lo necesario ventiladores, mascarillas, trajes, etc. de cualquier lado del mundo y al precio que fuera necesario, ello le permitió que en tres meses detuvieran la enfermedad y desde el 8 de abril su reapertura económica.
Esto ha provocado aun nuevo enfrentamiento entre Estados Unidos, China y la Organización Mundial de la Salud, por el número de muertos declarados por los orientales y la responsabilidad mundial que seguramente van a querer endosarles a estos por la infección mundial y seguir debilitando su economía.
Pero, a pesar de todo, en estos momentos que el virus es pandémico y donde el mundo está contaminado, los chinos como buenos comerciantes tienen clara la oportunidad de hacer un gran negocio y limpiar su imagen como los “ chicos malos” por la generación del COVID-19, porque son ellos quienes saben de los requerimientos para los hospitales, los cuales ahora son vendidos a otras naciones por ellos, y sobre toda la experiencia de su equipo médico que ha sabido atener a sus ciudadanos del poderoso virus, por eso digo que, ironías de la vida pasar de ser los villanos a los salvadores del mundo.
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