México ha tratado de quedarse en casa, pero México vive al día, y miles de familias no ven la orilla en esta tremenda situación y las brazadas en estas aguas turbulentas no alcanzan para salir de este terrible momento, y parece que el gobierno ha quedado doblemente rebasado, por un lado porque se ha exhibido la ineptitud y falta de capacidad de muchos funcionarios públicos y por otro lado por una sociedad mexicana que se ha apoderado de la escena pública y se está cansando de escuchar excusas vacías y esas culpas de siempre que ya tienen al actual gobierno como su destinatario.
Para muestra, los reclamos de los propios gobernadores de Morena el impresentable Barbosa y Jaime Bonilla el mismo que aún espera una resolución de la Suprema Corte con relación a la duración de su mandato, ambos ejecutivos estatales publicaron sendos reclamos por el poco apoyo recibido en estos momentos, que decir de como han exhibido otros gobernadores los muy pocos insumos que les entregan a cuenta gotas y mención aparte merece la pésima calidad de los mismos.
Nuestro país ha entrado ya y aunque no lo quieran decretar aún, en una etapa decisiva en esta crisis, una crisis que no es solo sanitaria sino una crisis económica de proporciones inimaginables, esta doble crisis que nos pondrá a prueba en los días próximos.
Un dato, de los más de cinco mil casos confirmados con este poco creíble Modelo Centinela, por desgracia más del diez por ciento son trabajadores de la salud, ojo entonces los escasos, nulos y deficientes implementos que se entregan en los hospitales están causando casos positivos; los doctores y sus justos reclamos deben ser escuchados, y deben solventarse a la de ya, porque estamos a la puerta del momento más critico del tema sanitario, y que no quede duda que por esta ineficiencia gubernamental deberán responder algunas autoridades.
Mientras escribo esta columna, leo sendas quejas de médicos, enfermeras y personal de la salud, relativas a que les proveen pésimos implementos de trabajo, con ello reafirmo que nos ocultan la verdad y mañana querrán tapar sus ineficiencias con refranes, dichos y proclamas, y eso no se los debemos permitir, así como tampoco debemos permitir que se multipliquen los casos que dañan y lastiman a los nuevos héroes de la sociedad, por eso resulta doloroso e inconcebible que se emitan y menos que se toleren agresiones o actos que lastimen la integridad de los profesionales de la salud, hacerlo denota a personas carentes de valores y eso no es, ni debe ser nunca el reflejo de una sociedad tan solidaria como lo es la mexicana.
Por otro lado urge ya una política económica de emergencia, una de esas que no da muchos votos pero si salvaría a la planta productiva nacional, el gobierno debe dejar a un lado esa política asistencial que tanto le gusta al Presidente y debe enfocar sus baterías en el rescate de las pequeñas y medianas empresas, inyectar recursos para que no se pierdan empleos y que no quiebren miles de negocios, dejo un dato que deberían entender nuestras autoridades, en los Estados Unidos, se ha alcanzado una cifra histórica de 22 millones de desempleados, aún estamos a tiempo, ojala quienes tienen el timón de nuestro país, lo puedan registrar.
El gobierno debe entender que esta doble crisis marcará la vida de miles de familias mexicanas, es la hora de la verdad y ya no hay espacio para la improvisación, menos para culpas, es el momento de asumirse como responsables del destino de millones, y si no que la nación se los demande.
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