- Urge cambiar el modelo de agricultura de monocultivo por uno que no atente contra la vida y la biodiversidad.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales desarrolla un plan para incentivar la agroecología, el respeto y la conservación del patrimonio biocultural del país, a fin de proteger la vida de los mexicanos ante el embate de alimentos producidos con pesticidas y agroquímicos, y revertir el modelo agronómico de los últimos 60 años.
Para la Semarnat, el tema de los alimentos sanos y de calidad está íntimamente ligado con la protección del medio ambiente. Es la única alternativa para transformar la agricultura campesina y la moderna industria en una actividad con fundamentos ecológicos.
Para ello, la dependencia elabora el Programa Nacional de Transición Agroecológica y Patrimonio Biocultural que hace eco a una de las prioridades del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y del Secretario Víctor M. Toledo, debido a que va acorde con el objetivo del Estado de garantizar el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
Ramón Mariaca Méndez, responsable del área de Agroecología y Patrimonio Biocultural, explicó que este programa será validado por la sociedad a través de su participación en talleres, los cuales serán apoyados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismo internacional que trabaja de la mano con la dependencia.
El Programa Nacional de Transición Agroecológica lo conforman 5 ejes: Del conocimiento y educación agroecológica y de patrimonio biocultural; Uso y manejo sustentable del territorio; Disminución del riesgo socioambiental; Gobernanza para la transición y, Difusión.
Cada uno de ellos cuenta con estrategias y acciones que, entre otros objetivos, buscan establecer los conceptos de agroecología y patrimonio biocultural en los instrumentos de política pública ambiental, tanto jurídicos como institucionales.
Asimismo, se trabajará en valorar y fomentar el conocimiento y cultura de los pueblos originarios sobre el manejo de sus recursos naturales, así como el de campesinos tradicionales y de organizaciones comunitarias y regionales.
El servidor público detalló que entre los retos del Programa está convencer al gremio agronómico y a los grandes agroproductores de que hay una forma más noble y distinta de producir alimentos, así como a los científicos experimentales para ayudar a potenciar el conocimiento campesino.
Asimismo, dijo, se debe convencer al consumidor final, acostumbrado a un concepto de calidad extrema y apariencia externa de los productos, a reflexionar sobre el beneficio ambiental y para la misma vida el poder lograr estos estándares.
Finalmente, señaló Mariaca Méndez, se tiene que convencer a la sociedad en general a lograr cadenas cortas y justas de comercialización de los productos agrícolas, donde el principal beneficiario de la producción agropecuaria y forestal sea el propio productor, su familia, su campo y su cultura, no los intermediarios.
En este programa nacional está presente la defensa del maíz como parte de nuestra cultura e incluye también la atención a la grave crisis que estamos enfrentando con la desaparición de los polinizadores, además del programa para lograr la prohibición paulatina de la importación del glifosato y otros agroproductos terriblemente dañinos para la salud humana y ambiental.
Ramón Mariaca enfatizó que hoy más que nunca urge reforzar la agroecología y exaltar la defensa y conservación de nuestro patrimonio biocultural nacional, sobre todo debido a esta pandemia que hoy enfrentamos: “debe hacernos reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Sin duda es un llamado de atención”, aseguró.