- Florencia Serranía: “la muerte de usuario del Metro sólo un incidente”
¿Error humano, técnico, de pilotaje, automatizado, etc. o qué sucedió en el accidente en la Estación Tacubaya, de la Línea 2 del STC (Metro) en donde un convoy se estampó “de reversa” contra otro que estaba parado en espera de avanzar?
La verdad se sabrá una vez que la certificadora alemana TUV analice las cajas negras de ambos trenes e in situ, realice peritajes para determinar la “verdad histórica” de la colisión.
Pero existe una realidad lastimera: la falta de mantenimiento de convoyes. Uno de ellos pese a haber sido rehabilitado recientemente (canibalismo) no respondió al mando del Centro de Control y misteriosamente se quedó sin frenos de aire, reculó desde lo alto de una pendiente (entre las estaciones Observatorio y Tacubaya) y frenó su loco deslizamiento al impactar contra el frente del estacionado. Resultado: una víctima ¿UNA? 41 lesionados y miles de afectados por la suspensión parcial del servicio por varios días.
Las versiones mediáticas de los tres involucrados directos, Sheinbaum, Serranía y Espino Arévalo, no coinciden, son diferentes, sólo hay una evidente, “la reversa”, pero ni Claudia ni Florencia atinan a decir la verdad sobre el error técnico. En cambio, Fernando, tiene “otros datos” que sus sindicalistas de manera personal le informaron: falló la energía eléctrica del tren, por ello no fluyó aire a los frenos y en consecuencia el aparato reculó –sin control alguno- todos sabemos el desenlace.
Y surge una duda razonable, ¿por qué desde el Centro de Control del STC, ubicado en le Calle de Delicias, en el centro de la CDMX, no detuvieron el movimiento descontrolado del tren que impactó? ¿O los operadores no observaban el tablero, chateaban en sus celulares, fueron al baño, por un café o de plano no estaban en su lugar?
Recuerdo que en 1975 a raíz de la primera gran tragedia del Metro, en la Estación Viaducto, de la Línea 1, en que un convoy a toda velocidad alcanzó a otro parado mientras descendían y subían usuarios, provocó la muerte de 31 personas y 70 lesionados. El Sistema modificó la operatividad de los trenes sustituyendo la conducción manual por automatizada, programada desde el Centro de Control.
¿Se repite la historia de 1975? pues desde el CC no contuvieron el deslizamiento hacia atrás de un tren “sin frenos de aire”. ¿Error, omisión, descuido, indiferencia, incapacidad, o qué, Claudia; aún no lo sabes? Te lo digo a ti, Sheinbaum, porque Serranía a pesar de tener una larga trayectoria y palmarés académico, ni idea tiene de lo que sucedió. En declaraciones y entrevistas a la prensa, se muestra insegura, dudosa, shockeada, vaga.
Revisando su Hoja de Vida aparece que ya fue Directora General del Metro, entre 2004 y 2006, en las administraciones perredistas del Gobierno del DF, de Andrés Manuel López Obrador y su sustituto Alejandro Encinas. Pese a esa currícula, confunde incidente con accidente. Para ella lo de la Estación Tacubaya fue mero suceso, no tragedia que costó la vida a un ¿uno? usuario ¡pecata minuta, verdad Florencita! y 41 lesionados. ¿Querías más?
Según la Misión del STC, Metro, el Director General tiene bajo su responsabilidad no sólo el funcionamiento administrativo y operativo del Sistema, sino también brindar un servicio con seguridad a fin de preservar la integridad (vida) de los usuarios que se trasladan en la red.
Bueno… Florencia, te falló: murió 1 ¿UNO? y 41 más sufrieron lesiones. ¿Esta es tu visión, misión y objetivos, de administrar un servicio que mueve diariamente a 6 millones de usuarios en sus 12 líneas? Y no menciono la inseguridad, el acoso sexual, el comercio informal dentro de los vagones, en sus pasillos, en las entradas y salidas de las estaciones que es una calamidad, un riesgo para la vida de los pasajeros que no tienen otra opción que usar este servicio. Tu Misión, Florencia, Claudia es fallida.
A raíz del accidente, no incidente, Serranía, te placeaste por varios medios de comunicación para “justificar” la ineficiencia de tu administración, en noticiarios radiofónicos y televisivos; mostraste inseguridad, tartamudeaste, no convenciste y te sentaste en una muletilla que de tanto repetir –en una sola entrevista- querías mostrarte humana, compungida, irreal. Llegaste a escupir que sólo había un muerto, como si fuera poca cosa.
Tus palabras fueron un cliché mal concebido, pues la realidad muestra una verdad contundente: no sabes, no puedes, no debes dirigir el STC ¿Tu cargo es un cobro de factura por los favores al eterno candidato presidencial, López Obrador?
En una respuesta de tantas entrevistas dijiste “no contamos con un sistema que evite que un tren se monte sobre otro”, ¡vaya! En ningún sistema del mundo existe, ¿pero qué en 2004 a 2006 en tu paso por el Metro no lo imaginaste, te pasó por la mente que esto podría suceder? Según tu CV eres ingeniera mecánica por la UNAM. Cursaste maestría y doctorado en Ciencias Materiales, por la Universidad de Londres; fuiste becaria del Consejo Británico y del CONACyT en tu especialidad. Ex titular del STC. Con tantos títulos académicos y en un año 3 meses que llevas en la Transformación de 4ª, no supervisas por obligación el sistema de control, pantallas y master del CC/Metro, que funcione a la PERFECCIÓN, porque incidentes como los bautizas, causan muerte y lesiones, Serranía.
En tu cuota lopezobradorista no se puede fallar. Eso es incapacidad, omisión, descuido, irresponsabilidad. ¿Tienes conciencia de esto? Conoces la dignidad… bueno, deja el cargo, renuncia. Ya tiene un fallecido y 41 lesionados en tu Hoja de Vida… ¿Suficiente, no?
La otra responsable del incidente es Claudia Sheinbaum, más ocupada en su futuro político para 2024, buscar la candidatura de Morena para “la grande”. Su culpa es la ausencia de visión y decisión para no escatimar presupuesto en la perfecta operación y servicio del Metro. En este rubro no se debe ser (“cuenta chiles”), dinero pues la omisión, desinterés o austeridad republicana, causa daños, muertes, lesiones, saturación, inseguridad del Sistema de movilidad más importante de la Ciudad.
Claudia, en vez de rehabilitar convoyes viejos, chatarra, sistemas de frenado, etc. que finalmente son fierros, desgaste y vida útil, tiene que adquirirse equipo nuevo, aplicar un minucioso programa de mantenimiento y no canibalear piezas de trenes arrumbados para colocarlas en los rehabilitados que son un volado para la seguridad y tranquilidad de más de 6 millones de usuarios al día.
Al igual que Florencia, utilizaste a la prensa para enjugar tus culpas. Sólo te asesoraron decir “el incidente fue por el deslizamiento en reversa… bla, bla, bla”
No Sheinbaum, el accidente fue brutal, sólo basta con mirar cómo quedó el vagón impactado, cuyos fierros retorcidos, cristales hechos añicos y una parte del tren golpeador montado en el otro, que muestra la falta de mantenimiento e impericia del conductor u operadores del CC cuyo error costó una vida ¿una? y decenas de lesionados. Esto es consecuencia de la nula supervisión del Sistema. Esa es tu responsabilidad, Claudia.
Pero como seguro no la asumirás, te describiré lo que eres: irresponsable. Persona que no es responsable, por edad, capacidad u otra circunstancia. Obra o toma decisiones sin considerarse responsable de lo que hace.
El tercer involucrado en el incidente (según Serranía) es el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), Fernando Espino Arévalo, quien “atribuyó” a algo mecánico el resultado fatal, “el convoy se quedó sin aire de frenos y la pendiente (entre las estaciones Observatorio y Tacubaya) provocó que el tren se deslizara en reversa para impactarse con el otro”
Implícitamente, Espino acusa falta de mantenimiento por parte del STC y del GCDMX. En ningún momento menciona error humano del conductor, ni de los operadores del CC/Metro –que por supuesto son sindicalizados- y arremete contra la administradora del gobierno capitalino (porque Claudia no gobierna), “el tren que impactó tiene 37 años circulando. Ha recorrido 816 mil kilómetros”, está viejo, obsoleto, caduco… eso quiso decir.
Siguió sin mencionar eventual mal trabajo de sus representados.
“El convoy impactado es de 1968 (52 años de uso) es de los primeros: está bien y funciona porque se rehabilitó” Sin utilizar la palabra adecuada, Espino Arévalo, dejó entrever que presta el servicio gracias al canibalismo (rescatar piezas de trenes en desuso, dados de baja, lavarlas, pintarlas, escanearlas, etc. y colocarlas en convoyes que están siendo reparados).
Y para excusar potenciales fallas de trabadores miembros del Sindicato, el líder adelantó “se está modernizando el pilotaje automático en las 12 líneas del Sistema”
Sólo como acotación: a raíz de la tragedia de octubre de 1975, en la Estación Viaducto de la Línea 2, se cambió el manejo de los convoyes de manual a automático, controlados desde el Centro de Control. Si son observadores, quien opera un tren sólo va checando odómetro, velocidad, indicadores de energía eléctrica, reportando al CC sus observaciones.
La cercanía, velocidad y arribo a la estación se manipula a distancia. El manejador sólo activa la apertura y cierre de puertas, lo demás se hace automáticamente.
Para concluir este análisis de la tercera tragedia del Metro en la Ciudad de México, exijo a Claudia, Florencia y Fernando no decir verdades a medias, o mentiras malsanas; cada uno asumir la responsabilidad que corresponde. Si estos tres trabajaran en la iniciativa privada, ya hubiesen sido despedidos, con una denuncia penal engrapada en la carta de liquidación por una muerte ¿una? y tentativa de homicidio de los 41 lesionados. Pero como no tienen ni conocen la dignidad, serán absueltos por la (in) justicia capitalina, porque esa autoridad es palera (verdad Ernestina Godoy), impuestas por quienes son responsables del incidente de la Estación Tacubaya, de la Línea 2 del Metro.
La Transformación de 4a y su eterna impunidad
*El autor es miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)
Twitter: @luis_repper