Para todos los involucrados en el mundo del capital humano, el apellido Beyruti es sinónimo de realeza. Como presidente de GINgroup, el llamado “rey del capital humano” lidera actualmente a una de las empresas más importantes del sector en todo el continente americano
Con este perfil, uno podría esperar que el año 2020 resultaría particularmente terso para Gingroup y sus directivos. Sin embargo, diversas fuentes han confirmado que Raúl Beyruti ha sido víctima de uno de los personajes más prominentes de la actual administración federal: el senador Napoleón Gómez Urrutia.
De acuerdo con esta información, tras la victoria del presidente Andrés Manuel López Obrador, el presidente de GINgroup comenzó a reunirse con diversos actores del nuevo régimen para promover los beneficios del outsourcing y asegurar que su empresa continuaría con la mejora del mercado laboral de México.
Uno de estos personajes fue Gómez Urrutia, ex líder del sindicato de mineros y ahora senador de Morena. De acuerdo con fuentes cercanas al caso, la reunión entre ambos fue amistosa y cordial. Beyruti explicó y expuso los diversos beneficios de su industria y el senador parecía genuinamente interesado.
Sin embargo, a los pocos meses las intenciones reales de Napoleón comenzaron a aflorar. En 2019, Gómez Urrutia se declaró líder máximo de una nueva agrupación de trabajadores que él mismo ideó y conformó: la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT), compuesta por 10 federaciones y 150 sindicatos.
Acto siguiente, dio un giro de 180 grados a lo discutido con Raúl Beyruti. En vez de coordinarse con las empresas de capital humano ya establecidas en México, Gómez Urrutia redactó una iniciativa de ley que busca prohibir la operación de empresas como GINgroup. Su idea era monopolizar el mercado de outsourcing y colocarlo bajo el control exclusivo de los sindicatos a su servicio.
De haber logrado esta traición, el proyecto de Gómez Urrutia hubiera eliminado todos los aspectos positivos y beneficios que son intrínsecos en los modelos laborales que promueve GINgroup para transformar al outsourcing en un terreno de corrupción, control de cuotas, y autoritarismo vertical.
Pero el proyecto de Napoleón se vio truncado por la reacción violenta al interior de Morena. Senadores como Ricardo Monreal -actual presidente de la Junta de Coordinación Política- desechó la iniciativa de Gómez Urrutia y llevó el tema del outsourcing a Parlamento Abierto, para que sea la industria y la sociedad quienes decidan cómo debe reformarse a este sector económico.
De acuerdo con diversos medios, Gómez Urrutia ahora se encuentra aislado y acorralado dentro de su propio partido y desprestigiado frente a la iniciativa privada. Esto ha llevado al senador a iniciar una campaña de ataque y desprestigio, incluida una campaña contra medios de comunicación, a quienes “Napo” y sus aliados intimidan y buscas coaccionar, solamente porque en alguna ocasión criticaron su iniciativa de ley.
No sorprendería esto, mucho menos viniendo de un ex líder sindical acusado de robar 55 millones de dólares a sus propios agremiados.