- Desarrollar la habilidad de observar tu entorno ayuda a protegerte
En lo que va de 2020, y de acuerdo con el conteo final de 2019, tres estados del país concentran la mayor cantidad de ataques a mujeres: Veracruz, Estado de México y Ciudad de México, que en su conjunto suman más de 340 casos.
Lo anterior se desprende del Análisis de Información sobre Violencia contra las Mujeres, elaborado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cuyas cifras están actualizadas al pasado 25 de enero.
Tan sólo en Toluca, capital mexiquense, la cifra de feminicidios denunciados subió de dos casos en 2018, a 10 en 2019, lo que representa un 400 por ciento más. Por su parte, Veracruz suma 157 denuncias, Estado de México 122 y la capital de la República 68.
Entre los casos más sonados de los últimos meses se encuentra el de Abril Pérez Sagaón, quien murió asesinada el pasado 25 de noviembre, tras comparecer en un juzgado de la CDMX; y el de la maestra Sonia Pérez Rodea, instructora de danza de la UAEMex, asesinada por su expareja en diciembre.
Debido a que se trata de una problemática creciente que enfrentan mujeres de todas las edades, los rangos van de los 15 a los 65 años, el especialista en múltiples disciplinas de defensa personal, Omar Ramírez Rodríguez, sugiere que las mujeres desarrollen habilidades y estrategias de alerta para evitar ser víctimas de cualquier tipo de acto delictivo, lo que es mejor conocido como “Desarrollo de Consciencia Situacional”.
“La idea es que, así como tienen un sexto sentido, también entrenen su cerebro y sus pensamientos para detectar en la calle, en su casa, en el transporte, en su trabajo, en el gimnasio y en sus actividades habituales, a los agresores que pudieran hacerles daño”, señaló Ramírez Rodríguez, también director de Self Defense.
“Hay cursos de capacitación en el desarrollo de la consciencia situacional. Esto es algo que se genera con el tiempo, tomando en cuenta tu rutina diaria, el estilo y tipo de vida que llevas y los lugares que más frecuentas. En pocas palabras, tus hábitos y costumbres. Por ejemplo, no somos conscientes de que al ir por la calle o en nuestro auto, ya somos vulnerables, y debemos estar alertas a movimientos sorpresivos de los atacantes. Normalmente vamos distraídos con el celular o con la radio y no ponemos atención a lo que pasa a nuestro alrededor, donde nos pueden estar vigilando, y eso aumenta las posibilidades de un ataque”, concluyó Omar Ramírez.