José Ángel ‘N’ fue detenido el lunes 13 de enero, luego de las autoridades de Coahuila dieran a conocer que eran suyas las armas con las que su nieto, de 11 años de edad, hirió a seis personas, mató a una maestra y se quitó la vida.
El Fiscal General dijo: “Le estamos atribuyendo de alguna forma el homicidio de la maestra que pierde la vida en el lugar, al tener una conducta omisa, al ser negligente por tener armas de fuego en el domicilio particular donde cohabitaba un menor de edad”. Sin tener elementos legales y acceso al expediente respectivo, pero por simple analogía con aquel suceso que por cierto también ocurrió a mediados de enero del 2017 en una escuela de Monterrey Nuevo León donde un adolescente, Federico, disparó en contra de su maestra y compañeros de clases con saldo de una persona muerta y cuatro lesionados. En ese asunto, el arma, también se señaló que era del padre, mismo que nunca fue sujeto a proceso penal por actos de omisión, como hoy se pretende hacer con el abuelo del niño José Ángel en Coahuila, pero eso le toca al Ministerio Público demostrar la responsabilidad ante el Juez y a la Defensa del abuelo de este pequeño demostrar lo contrario.
El fondo del asunto es mucho más importante, porque estos lamentables hechos, reflejan una falta de coordinación entre el trabajo de las escuelas y los hogares que nos han llevado a estas escenas inimaginables en la mete de una familia mexicana. Leí un texto desgarrador que firma Jesús Rojas titulado “Carta de un padre a José Ángel, quien disparo en su colegio” que transcribo solo una parte, “supe que pasabas por mal momento en la escuela y que eras un niño aplicado. Nadie te escuchó, nadie puso atención, nadie te tendió la mano, té fallaron los tuyos y te fallamos nosotros. Te faltaron amigos y hoy te sobran juzgadores. Los políticos y funcionarios culpan a los videojuegos, a la música a YouTube. Siempre que pasa algo nadie se hace responsable y todos culpan a todos, es sucede pequeño, cuando la cobardía nos gana.”
Es obligada la pregunta siguiente: ¿Qué estamos haciendo todos, por los niños y jóvenes que ocuparan nuestro lugar el día de mañana?, ya sea en nuestras casas, escuelas, trabajos y gobiernos. Decía Abraham Lincoln sobre la niñez. “Un niño es una persona que va a dar continuidad a lo que tú has empezado. Se va a sentar donde tu estas sentado y, cuando tú te hayas ido, se ocupará de las cosas que tu consideras importantes. Puedes adoptar todas las normas que se te antojen, pero de él depende como serán llevadas a cabo. Asumirá el control de tus ciudades, estados y naciones. Se hará cargo de tus iglesias, escuelas, universidades, corporaciones. El destino de la humanidad está en sus manos.” Sin excepción todos somos responsables de las vidas de nuestros niños y jóvenes de México.
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