• Contribuyamos todos por la educación, porque el simple ejemplo es un hecho educativo, donde todos podemos participar, señaló.
• Es necesario aportar en múltiples aspectos para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, donde la educación es un tema central, resaltó.
Los cambios en el Artículo Tercero Constitucional y a las Leyes Secundarias en materia educativa, impulsadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se encuentran en sintonía con los objetivos del Día Internacional de la Educación, aseguró el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.
La Nueva Escuela Mexicana se trabaja ahora por una educación que, por una parte, cultive la mente, pero al mismo tiempo llene el corazón de niñas, niños y jóvenes, con el objetivo de formar personas productivas, pero que también sean solidarias con los demás.
Moctezuma Barragán reiteró que uno de los objetivos de esta administración es conseguir que los individuos sean generosos y conozcan sus derechos, pero que también respeten sus obligaciones; por lo que convocó a la participación de todos, a contribuir con la educación de alguien, ya que “el simple ejemplo, es un hecho educativo”.
Finalmente, el titular de la SEP recordó que existe una agenda para el 2030, donde el tema central es la educación, por lo que es necesario contribuir en muchos aspectos.
El Día Internacional de la Educación fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 3 de diciembre de 2018, cuyas directrices están a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
Dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció en la educación una parte fundamental de la esencia para el éxito de sus objetivos, en particular el número 4 que se relaciona con una educación de calidad, inclusiva y equitativa, así como con promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
Para las Naciones Unidas, sin una educación que busque estos objetivos, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.
El derecho a la educación se plasma en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que demanda una educación primaria gratuita y obligatoria, mientras que la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán hacer que la educación superior sea accesible para todos.