Posibles vínculos entre exfuncionarios del FBI y la CIA con García Luna
Los vínculos laborales entre exfuncionarios estadounidenses y un exministro mexicano detenido recientemente en Dallas por supuestamente haber recibido sobornos de cárteles de la droga, han generado dudas sobre lo que sabían las agencias de seguridad de Estados Unidos antes del arresto.
Un exfuncionario que dirigió la oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en México y un exoficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) trabajaron hasta el año pasado con Genaro García Luna, uno de los principales arquitectos de la guerra contra las drogas en México, iniciada hace 13 años.
Raúl Roldán, quien fuera responsable del FBI en la embajada de Estados Unidos en México cuando García lideraba la seguridad del país, figura como miembro del consejo de la empresa GLAC Consulting, del exfuncionario detenido.
“(García) tenía una relación cercanísima con la parte de la inteligencia de Estados Unidos, la tuvo durante muchísimos años”, dijo el analista de seguridad mexicano Alejandro Hope.
“Y si hizo lo que dicen que hizo, entonces eso es una condena muy severa a los mecanismos de verificación de toda la parte de inteligencia de los Estados Unidos”, añadió.
José Rodríguez, exdirector del Servicio Clandestino (NCS, por sus siglas en inglés) de la CIA, quien trabajó con Roldán en GLAC hasta al menos 2018, dijo que todos los miembros -a quienes describió como parte de una junta asesora- realizaron las debidas diligencia antes de unirse a la firma de García como asesores no remunerados.
Rodríguez explicó que la junta de GLAC se reunió cuatro veces desde 2016, y que dio asesoría sobre un producto de datos desarrollado por García para calcular riesgos en México.
El exfuncionario mexicano fue uno de los principales impulsores de la cuestionada “guerra contra el narcotráfico” lanzada a fines de 2006 por el expresidente Felipe Calderón.
Cuando García dejó el cargo en 2012, la revista Proceso publicó un informe en el que señaló sus posibles vínculos con los cárteles de la droga. Tras separarse de sus funciones, García se trasladó a Estados Unidos y en 2018 solicitó su naturalización.
Durante el juicio al jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, un alto miembro del grupo delictivo declaró el año pasado que había pagado a García millones de dólares en sobornos. En otro juicio un testigo dijo lo mismo.
García, quien en el pasado fue premiado por el gobierno de Estados Unidos por su labor al frente de la seguridad de México, negó en aquel momento las acusaciones.
Rodríguez dijo que estaba “seguro de que estas agencias no lo habrían reconocido si creyeran que era corrupto”.
El analista Hope aseguró que, dadas las acusaciones, los servicios de seguridad de Estados Unidos debieron haber revisado cuidadosamente la solicitud de residencia de García Luna.
La DEA remitió preguntas sobre los vínculos entre exfuncionarios estadounidenses y García al Distrito Este de Nueva York, donde se lleva el caso.