Julia de León y Javier Licandro, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias en España, analizaron algunos episodios de expulsión de partículas captados por la nave espacial de la NASA OSIRIS-REx.
Por primera vez, los astrónomos obtuvieron una visión de cerca de las erupciones de un asteroide, lo que podría revelar qué es lo que provoca estas explosiones.
“Esta es la primera vista de un asteroide activo tan cerca”, dijo Harold Connolly, coautor del estudio, cosmoquímico y presidente de geología de la Universidad de Rowan en Glassboro, Nueva Jersey.
Los investigadores detectaron tres grandes erupciones de Bennu en enero y febrero de este año, cada una expulsando un máximo de 200 trozos de hasta 4 pulgadas a velocidades máximas de aproximadamente 7.4 mph.
También detectaron ocho erupciones más pequeñas que expulsaron alrededor de 20 o menos trozos de asteroide.
Además, los astrónomos hallaron seis trozos de roca alrededor de Bennu que se cree que fueron expulsados durante las erupciones y se quedaron gravitacionalmente unidos al asteroide.
Algunos finalmente escaparon al espacio interplanetario, y los otros finalmente cayeron de nuevo a la superficie de Bennu.
Los resultados del estudio sugieren que muchos asteroides pueden ser igualmente activos y revelan que las rocas que se despegan de los asteroides pueden ser una nueva forma de que los meteoritos puedan llegar a la Tierra, escribieron los científicos en dicha investigación.