Históricamente la relación México-Estados Unidos ha sido muy compleja, debemos tener en cuenta la guerra que nuestro país enfrentó con los norteamericanos entre 1846-1848 que llevó a ceder y vender parte de los que entonces fueron territorios mexicanos, así como el desembarque en el Puerto de Veracruz (1914) y el acceso de tropas de ese país para perseguir a Francisco Villa en plena revolución mexicana (1916-1917).
Durante la época priista las relaciones fueron cordiales pero distantes, siempre nuestro país apoyó a naciones identificados con la entonces ideología socialista como Cuba, dio refugio a los chilenos en los 70s cercanos a Salvador Allende, en los 80s se creó el Grupo de Contadora para mediar con las guerras civiles de Centro América, sobresaliendo El Salvador y Nicaragua, por ello tampoco nos debe resultar extraño el recibimiento al ex Presidente Boliviano Evo Morales.
México en la era del Donald Trump no ha sido ajeno a la política “violenta” de esta administración y al presidente Andrés Manuel López Obrador le ha tocado vivir ya varios hechos con ellos, los más destacados son sin duda el tema de frenar la migración para no poner aranceles (impuestos) a ciertos productos mexicanos, el otro es la lucha interna entre el Partido Demócrata y Republicano en la Cámara Baja para la aprobación del T MEC tratado comercial que sustituye al TLCAN.
Hace unos días el presidente Trump señaló que va a hacer todo para que los Carteles de Droga en México sean declarados “Grupos terrorista” con lo cual logró lo que él pretendía, generar un gran distractor y posicionarse ante su electorado como el gran protector de su país. En breve explicación: “El terrorismo es un método y constituye la manifestación de uno o varios problemas. Se caracteriza por el uso de la violencia con fines políticos. Así, el terrorismo no es violencia sin sentido…”
Sin restarle seriedad al grave problema de inseguridad que se vive en prácticamente todo el país desde hace cuando menos 15 años, en sentido estricto la delincuencia organizada no tiene ningún fin político.
Nuestro país a través del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, advirtió que el gobierno mexicano no “admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional”. Asimismo, señaló: “Ya he transmitido la postura a EEUU así como nuestra resolución de hacer frente a la delincuencia organizada transnacional. Respeto mutuo es la base de la cooperación”, escribió el canciller.
Sin embargo, siempre ha existido una colaboración y coordinación en materia de seguridad entre ambos países que ha permitido realizar acciones en favor de la seguridad.
Me da la impresión de que la propuesta del presidente Trump, en sentido estricto no prosperara, pero si genera presión y por ende llevará a nuestro país a revisar la actual estrategia en este ámbito, donde los norteamericanos son parte del problema por la venta de armas y el consumo de drogas.
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