A Evo Morales “nadie le dio un Golpe de Estado, la insurrección juvenil lo corrió” escribe el boliviano Carlos Toranzo Roca, uno de los intelectuales progresistas más conocidos y reconocidos en su país.
En 1971 era integrante de la Asamblea Popular cuando el golpe de Estado perpetrado por el general Hugo Banzer, para establecer un régimen dictatorial (1971-1978) que después es derrocado por la junta militar del general Juan Pereda Asbún.
Toranzo y su compañera, junto con otros bolivianos perseguidos por la dictadura, se exilian en México. Su hermano guerrillero había sido asesinado por el Ejército. En la Facultad de Economía de la UNAM imparte el seminario sobre El Capital de Marx. Cuando estudié la maestría en sociología llevé con él ese curso dos semestres.
A partir de los noventa, con la vuelta de la democracia a Bolivia, Toranzo, ya de regreso en su país, dedica su trabajo a reflexionar sobre la construcción de la democracia y la caracterización de la sociedad boliviana. Tiene libros y decenas de artículos sobre el tema.
En “¡Viva la democracia y los jóvenes!”, publicado el pasado martes en Página Siete de La Paz, analiza la caída de Morales y la reacción de la sociedad boliviana. Su lectura de los hechos es bien distinta a la del gobierno de México.
El boliviano, gran conocedor de la realidad mexicana, asegura que Morales “mandó matar, sembró odio para dominar al país, dijo que hay discriminación, lo hizo para manipular y cosechar adictos a su proclama de odio. Cosa igual hizo García Linera, ese ex guerrillero que alentó el odio. ¿Acaso Morales y García Linera defendieron a los indígenas? No, los reprimieron en Chaparina. ¿Acaso defendieron la madre tierra? No, quemaron la Chiquitania”.
Morales y los suyos “usaron a los indígenas. Utilizaron la discriminación para manipular a la gente (…) Durante 14 años corrompieron a los movimientos sociales, compraron a los mineros, cooperativistas, a la Central Obrera Boliviana; a base de prebendas los volvieron masistas. Hoy ellos abandonan al MAS; no basta, requieren otros valores, precisan recuperar la ética que perdieron”.
Para Toranzo “la OEA con su auditoría le dio un balón de oxígeno, tardío, pero sirvió, pues demostró el fraude monumental y manipulación de los resultados electorales, lo cual ameritaba juicios penales a los responsables del fraude, es decir a Morales. Renunció quien fue autoritario en el poder y caminaba a ser dictador”.
Piensa que, ante la maniobra de Morales para perpetuarse en el poder, “la población decidió por nuestra Bolivia que es de la democracia, no la del narcotráfico del Chapare. La gente, los jóvenes, las mujeres optaron por Bolivia, GRACIAS jóvenes por la defensa de valores y su óptica de defensa por la paz. Gracias jóvenes por silenciar a los pocos que quieren hablar de discriminaciones”.
Y añade ahora “estamos esperando a los exiliados, deseamos acabar los juicios indebidos y que salgan de la cárcel los inocentes. No basta que renuncien los represores y corruptos, deben ir a la cárcel, sin violencia, solo aplicando la ley. No queremos venganza, solo la ley, respetando los DDHH. Se fue a México, mintiendo diciendo que defiende la paz, nunca lo hizo, hace dos días mandó a las huestes masistas a quemar La Paz, a incendiar casas (…)”.
Twitter: @RubenAguilar