Por décadas la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estuvo bajo control del presidente de la República en turno. En 1994, el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) la reformó para reducir de 26 a 11 los magistrados que la integran.
A partir de ese momento empezó un lento proceso, para que el Poder Judicial gozara de una real autonomía del Poder Ejecutivo. En estos años no sin problemas e incluso contradicciones la SCJN fue adquiriendo cada vez mayor autonomía e independencia.
Es de conocimiento público que el presidente López Obrador quiere hacerse del control de la SCJN como sucedía en los peores tiempos del autoritarismo priista. Está formado en esa tradición.
En este propósito en el tribunal de acusación y condena que se convierten sus comparecencias mañaneras en diversas ocasiones ha criticado y descalificado a la SCJN por tomar decisiones con las que él no está de acuerdo.
El presidente considera, están ahí sus discursos, que una SCJN autónoma al Poder Ejecutivo entorpece su labor e incluso impide las acciones que él se ha propuesto emprender a favor del país. La composición de la actual Corte le estorba.
Y es por eso que el presidente se ha propuesto, es una de su prioridades, hacerse del control de la SCJN. En diciembre de 2018, la mayoría legislativa de Morena avaló la elección como magistrado de José Luis González Alcántara.
En marzo pasado fue electa como magistrada Yasmín Esquivel, esposa de un consultor y contratista del gobierno, con el apoyo del presidente y su partido.
La renuncia del magistrado Eduardo Medina Mora abre el espacio, para que el presidente influya en el nombramiento de uno nuevo que simpatice con su gobierno.
En 2021, el magistrado Fernando Franco deja la SCJN ya que vencen los 15 años, para los cuales fue elegido. Eso genera una nueva posibilidad, para que el presidente coloque a un magistrado afín.
El presidente necesita el voto de cuatro de los once magistrados, para frenar las acciones de inconstitucionalidad e impedir declaratoria de invalidez para ciertas leyes y normas.
Por la vía de los hechos ya está en esa condición. Ahora cuenta con el voto de los magistrados José Luis González Alcántara, Yasmín Esquivel y el que sustituya a Medina Mora.
A éstos se añade el voto de Arturo Zaldívar, actual presidente de la SCJN, que con frecuencia expresa su simpatía con López Obrador y también el del magistrado que se elige en 2021.
Ya en 2019, a menos de un año de haber llegado al poder, el presidente ya cuenta con cuatro ministros que le son afines y que serán cinco en 2021.
Hay, con todo, seis ministros que son realmente autónomos. En ellos recae la misión de impedir que el Poder Ejecutivo se haga del control del Poder Judicial.
Twitter: @RubenAguilar