En México, al igual que en muchas partes del mundo, los ecosistemas –la gran mayoría únicos-, son el resultado de procesos evolutivos que han tardado millones de años. Como mexicanos debemos sentirnos privilegiados por esta enorme riqueza natural, ya que es parte de nuestro patrimonio, elemento fundamental de nuestra cultura y nuestro legado para las futuras generaciones.
Derivado de esta riqueza natural, debemos recordar el cumplir con diversos derechos, entre ellos, el derecho a un medio ambiente sano, derecho a la alimentación y el derecho al desarrollo -esto para todos los seres vivos- no solo para los humanos, para ello, vigilar su protección, conservación y manejo sostenible deberá ser la prioridad.
No obstante, cada año aumenta el número de especies que se encuentran en alguna categoría de riesgo debido a la destrucción, a la fragmentación de los ecosistemas, a la sobreexplotación de especies y al tráfico ilegal. En México existen aproximadamente 81 mil 540 especies, de las cuales, más de dos mil especies están en alguna categoría de riesgo.
Hace algunos años tuve la oportunidad de conocer y recorrer una maravillosa Área Natural Protegida, declarada Reserva de la Biosfera en 1979, me refiero a Ría Lagartos, esta se encuentra en el estado de Yucatán, a 270 km de la ciudad de Mérida y a 50 km de Tizimin, su superficie es de 60.348 hectáreas. Una de característica ecosistémica de Ría Lagartos es que agrupa dos ecoregiones: los manglares mexicanos y las selvas secas de Yucatán; además de que se encuentra en una plataforma de caliza, formada por rocas sedimentarias cretácicas, en donde no existen corrientes superficiales y el agua se filtra formando un manto freático de poca profundidad compuesto por corrientes subterráneas, ahí los cenotes, aguadas y grutas submarinas embellecen el entorno.
Ría Lagartos es un estero enriquecido por tres conexiones con el mar: una natural que se encuentra en San Felipe, las otras dos son canales artificiales -el de Río Lagartos y el de San Felipe- todas ellas nutren a este hermoso ecosistema, canales intrincados que hacen de Ría Lagartos un laberinto natural, donde la flora y la fauna engalanan su extraordinaria belleza.
El sistema hidrológico de Ría Lagartos se forma por las cuencas: Río Lagartos, Las Coloradas y El Cuyo, conectadas entre sí por los estrechos naturales, El Puente y La Angostura, sistemas con una extraordinaria biodiversidad, pero una de sus más bellas particularidades son las tonalidades de azul turquesa “azul caribe” –por su singularidad- que contrastan con el verde de los manglares y palmas, que se mueven con el ritmo de los vientos caribeños.
Esta Reserva presenta una gran diversidad de comunidades vegetales, como: la selva mediana, la selva baja, los “petenes” -agrupaciones arbóreas concéntricas- y es de admirar la transición gradual de los terrenos secos interiores a las áreas inundadas de la marisma de Ría Lagartos. Otro tipo de vegetación son: el manglar, el matorral de dunas costeras, el pastizal inundable y la vegetación de pastos marinos.
Su flora es muy diversa, de acuerdo a los estudios realizados en la zona se han identificado 523 especies de plantas, durante mi recorrido pude apreciar especies de gran valor ecosistémico y de conservación, como: al mangle rojo (Rizophora mangle), el mangle negro (Avicennia germinans), el guayacán (Guaiacum sanctum), el chicle (Manilkara achras) y el chicozapote (Manilkara zapota), la flor de mayo (Plumeria obtusa), la palma kuká (Pseudophoenix sargentii), a la palma chit (Thrinax radiata), la palma nakax (Coccotrinax readii) y la palma real (Roystonea regla). Es importante señalar que las palmas: kuká, chit, nakax, el mangle rojo, el mangle negro y el guayacán son especies en categoría de riesgo, de acuerdo a la NOM-059-5SEMARNAT-2010.
Esta gran diversidad de flora hace posible la coexistencia de especies de cinco grupos de vertebrados, a la fecha se han reportado 554 especies, que incluyen 142 endémicas de Mesoamérica, de las cuales 14 son endémicas de México y una de Yucatán. Es importante señalar que su estero y las playas de su litoral marítimo son prácticamente vírgenes, condición natural que me ayudo para poder admirar grupos de mono araña (Ateles geoffroyi), aquí es el hábitat de 4 de las 6 especies de felinos silvestres que se distribuyen en México, como: el jaguar (Panthera onca), el ocelote (Leopardus pardalis), el tigrillo (Leopardus wiedii) y el jaguarundi (Herpailurus yagouroundi).
Uno de los espectáculos más maravillosos de Ría Lagartos, son las concentraciones de aves acuáticas migratorias, se estima que entre los meses de noviembre y febrero, llegan más de 300.000 aves, buscando refugios invernales.
Otro espectáculo de admirar es el sitio de anidación del flamenco rosa (Phoenicopterus ruber ruber), en la cuenca de El Cuyo. Para los amantes de las aves es un paraíso, aquí se pueden observar 335 especies de aves, de las cuales: 179 son residentes, 142 migratorias y 14 son residentes migratorias. Durante mi visita me deleite con los cormoranes, las garzas, las cigüeñas, las gallinitas de agua y con las peripecias del martín pescador.
Su herpetofauna no se queda atrás, se han identificado más de 90 especies. En las playas de Ría lagartos anidan 4 especies de tortugas marinas: la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga caguama (Caretta caretta), la tortuga verde (Chelonia mydas) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Esta Reserva agrupa a dos especies de cocodrilos de México, el cocodrilo de pantano (Crocodylus morelletii) y cocodrilo de río (Crocodylus acutus).
Ría Lagartos es señalado por muchos, como un “paraíso”, de acuerdo a las crónicas de los primeros conquistadores, un edén y sin duda su belleza sigue impactando a los que tienen la fortuna de conocer este maravillo lugar, que debe ser prioritario para su conservación, patrimonio no solo de México sino del mundo; depende de todos nosotros aportar las debidas acciones para protegerlo, siendo parte de nuestro patrimonio, de nuestra cultura y nuestro legado para las siguientes generaciones.
Antero Carmona
*El autor es Médico Veterinario por la UAEMex. Ambientalista, incansable difusor de la protección, conservación y desarrollo sustentable de los recursos naturales, y promotor del trato digno y bienestar animal.
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