En nuestra vida cotidiana, la habitual exposición a sustancias químicas tóxicas se ha convertido en una preocupación para la salud.
Desgraciadamente existen muchos productos que se utilizan en la atención de la salud que contribuyen a generar exposiciones peligrosas, esto incluye a los productos de limpieza y desinfectantes, los ftalatos (Ácido ftálico, son un grupo de compuestos químicos principalmente empleados como plastificadores,sustancias añadidas a los plásticos para incrementar su flexibilidad) contenidos en insumos clínicos, los componentes ignífugos de los muebles (comúnmente llamados retardantes de llama), el formaldehído, también presente en los muebles, y los solventes en los laboratorios.
- Las sustancias químicas, incluso en pequeñas dosis, pueden provocar enfermedades, como interferir con el desarrollo sexual, alterar el sistema hormonal y causar cáncer en muy bajos niveles
- Los niños y los bebés en el vientre materno son los más vulnerables
- En la leche materna y en la sangre del cordón umbilical entre el feto y la madre se han encontrado cientos de productos químicos sintéticos
- En el organismo humano, las sustancias químicas pueden comportarse como fármacos, perturbando los sistemas, a bajos niveles de exposición y, potencialmente, causando daño cuando se combina
En las sociedades industrializadas, el aumento del uso de las sustancias químicas ha sido acompañado por el aumento de las enfermedades relacionadas con los mismos, entre las cuales se incluye cáncer, asma, defectos congénitos, discapacidades generadas durante el desarrollo, autismo, endometriosis e infertilidad.
La evidencia científica, cada vez mayor, vincula parcialmente la incidencia de estas enfermedades con sustancias tóxicas para el medio ambiente.