En el marco de los festejos por el Día de la Independencia, el pasado domingo nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador, mandó al Congreso una iniciativa para expedir la ¨Ley de Amnistía¨, cuyo objeto es otorgar amnistía a los integrantes de pueblos y comunidades indígenas que fueron discriminados y a quienes no les fue respetado su derecho a una debida defensa.
No es un secreto que si nos echamos un clavado dentro el sistema penitenciario mexicano, podemos encontrar casos de personas que llevan años recluidas por no tener recursos para defenderse (aun siendo inocentes), individuos que fueron aprehendidos por un mal entendido, falta de pruebas o que quizá porque robaron algo para comer. Sólo podrán acceder a este recurso, quienes estén en la cárcel por delitos menores.
La iniciativa dejaría en libertad a jóvenes relacionados con delitos contra la salud, ya sea porque son consumidores acusados de narcomenudeo o porque se vieron obligados a participar en hechos ilícitos frente a su situación de pobreza. Mismo caso, las mujeres criminalizadas por practicarse un aborto y los médicos o parteras que participaron.
En este documento también se aclara, que no se podrán beneficiar de la ley, las personas procesadas o sentenciadas por delitos graves. La amnistía procedería siempre y cuando no se trate de reincidentes; que su sentencia no sea por homicidio, lesiones o secuestro; que no hayan utilizado armas de fuego, o bien, que no se trate de delitos graves relacionados en el artículo 19 Constitucional.
Si la iniciativa resulta aprobada por el Congreso, la Fiscalía General de la República (FGR) velará por el cumplimiento de tales condiciones y la Secretaría de Gobernación (SEGOB) haría lo propio respecto de los presos políticos, además se integraría una nueva comisión que daría seguimiento y vigilaría la aplicación de la ley.
Celebro esta iniciativa de ley, hay mucho trabajo por hacer dentro del sistema penitenciario mexicano. Diariamente se cometen terribles injusticias hacía gente de escasos recursos y paradójicamente existe una atroz impunidad en casos de alto nivel socioeconómico. Es imperativo tipificar y regular las penas, sin dejar de mencionar la lucha contra la corrupción.
Por otro lado, sabemos que económicamente no es rentable para el país tener más reos en una cárcel, de los que la infraestructura puede solventar. Es totalmente inhumano y muchas veces las mismas condiciones, generan redes delictuosas mayores.
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