Actualmente, el estrés laboral es una condición que ha ido en aumento, debido al ritmo de vida acelerado al que se enfrentan las personas en su cotidianidad. La especialista en Salud en el Trabajo de la Delegación Poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Estado de México, Brenda Sicairos, explicó que la creciente presión en los centros laborales generan diversas consecuencias que afectan a la salud y propician un desequilibrio personal.
El estrés es definido como una reacción ante alguna situación que se detecta como amenazante, puede provocar contracción muscular, dolor de cabeza espalda o cuello, malestar estomacal, aumento de presión sanguínea, respiración agitada y problemas de sueño, por destacar algunos síntomas.
Emocionalmente, el estrés laboral provoca mal humor, frustración, ansiedad, miedo, desmotivación e intolerancia que, por un tiempo prolongado, puede derivar en depresión.
La especialista del IMSS resaltó que en cualquier trabajo se pueden generar situaciones de estrés, sin embargo, aquellas ocupaciones de las que depende la vida de las personas, suelen ser más estresantes.
Es importante identificar cuándo se está estresado, aprender a respirar, hacerlo profundamente para propiciar una adecuada oxigenación y tener mayor control de la situación. Además, recomendó practicar algún deporte, llevar un estilo de vida saludable, cuidar la alimentación, dormir las horas necesarias, mejorar las habilidades de comunicación y buscar la ayuda de un profesional, en caso de necesitarlo.