Esta semana fuimos testigos de una muestra de madurez política de parte de grupos de poder económico y político en México. Por un lado el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y el Director General de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz y en contraparte, tres de las cuatro empresas que están en disputa por el tema de los gasoductos, dentro de ellas grupo CARSO encabezado por Carlos Slim Helú y con la representación de los industriales Carlos Salazar del Consejo Coordinador Empresarial, quienes llegaron a un acuerdo económico, que al final el gran ganador es México.
El diferendo comenzó por el señalamiento que la CFE emitió al considerar los contratos eran “leoninos” y “abusivos” en favor de los empresarios, incluso se habló de un posible arbitraje internacional para resolver los 7 nuevos ductos que abarcan 2,600 kms que cubrirán un tercio del consumo de gas.
La clave para destrabar el conflicto fue el precio de las tarifas del servicio por transporte del gas, en cuyo contrato original, la renta por el uso de la infraestructura para el traslado del gas, aumentaría año con año, lo que fue rechazado por la actual administración. Con el acuerdo el Ejecutivo Federal asegura que la negociación dejó a México un ahorro de unos 3.700 millones de dólares, la cifra podría aumentar hasta 4.500 millones si se convence a la empresa mexicana FERMACA que aún sigue negociando.
La infraestructura de los gasoductos (7) le permitirá al país disponer diariamente de 8,200 millones de pies cúbicos de combustible, el 63% será para plantas generadoras de energía de la Empresa Productiva del Estado y el 37% restante, para la industria. “Esto va a permitir el desarrollo del sureste del país”.
El mercado cambiario recibió positivamente el anuncio, pues el peso mexicano se apreció tras el anuncio. “sí benefició al peso. (…) genera un poco más de optimismo, y sobre todo la expectativa de que la inversión pudiera revertir su tendencia de baja para este y el siguiente año y, con esto, a lo mejor que el crecimiento económico sea ligeramente mayor”, señalo: Gabriela Siller, Directora de análisis económico-financiero de Banco Base. En este sentido a calificadora Moody’s Investors Service, manifestó que los acuerdos alcanzados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el sector privado sobre los gasoductos es positivo para efectos crediticios de la CFE.
Con esto se pone fin al mito de que la actual administración considera al sector privado como adversarios, por ser “fifís” y en sentido inverso, que el Gobierno no quiere impulsar del desarrollo económico, ni la inversión. En este ejercicio vimos al Presidente encabezar las negociaciones con un sector muy importante del empresariado mexicano, que hoy debe tener confianza para iniciar la inversión privada y por ende la reactivación de la economía que hoy se encuentra estancada.
En hora buena por todos, porque no nos dividimos en Chairos, ni Fifís, todos somos mexicanos.
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