Razón en blanco – La cumbre del G-7 y las oportunidades para los emergentes

Lo pasados 24 a 26 de agosto del año en curso se reunieron los líderes gobernantes de 7 naciones que históricamente han ocupado un lugar relevante en la historia, en la economía y en la política global.

El Grupo de los 7, G-7, está conformado por Japón, Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. Todos ellos representan un poder militar y tecnológico relevante, además producen el 40 % de la riqueza mundial y contienen al 10% de la población mundial. Ya estos números nos hablan de una disparidad relevante a la hora del juego geopolítico.

La reunión fue en Francia, y se notó en demasía, la ambición del presidente y anfitrión francés, Macron, de impulsar un nuevo liderazgo europeo, en el que él ocupará quizá, el hueco que Angela Merkel dejará cuando se retire de la vida política porque así lo ha anunciado ella misma previamente.

Además de ser una reunión para demostrar el poderío geopolítico que representan estos países, la cumbre del G-7 ha aspirado a generar diálogos entre los líderes con el fin de llegar, o al menos intentar llegar a acuerdos de los conflictos u oportunidades coyunturales.

Con excepción de Japón, el grupo representa al mundo “puramente occidental” y por tanto responde a sus intereses evidentemente.

¿Cuáles fueron los resultados de la cumbre?

En realidad, fueron pocos por no decir que ninguno, pues lo acordado en Francia, bien pudo haberse logrado quizá en foros bilaterales.

Irán: Estados Unidos impuso sanciones económicas a Irán por la utilización de tecnología nuclear, y se aprovechó la cumbre para hablar del tema, la invitación por parte de Macron al ministro de exteriores de Irán para acudir a la cumbre abrió un canal de comunicación para destrabar el conflicto entre estas dos naciones.

China: Francia y Estados Unidos coinciden con señalar las prácticas desleales al comercio por parte de China. En lenguaje político es claro que Francia se posicionará por apoyar a Estados Unidos en la guerra comercial que ha decidido comenzar el presidente Trump.

Otro tema que saltó a la vista fue la confrontación de Macron con el presidente Brasil por los incendios en la Amazonia brasileña. Pero desde mi punto de vista resulta más anecdóticos que relevante para los verdaderos retos mundiales. Pues de querer corregir el cambio climático ya se habrían tomado otras decisiones más trascendentales.

¿Qué podemos concluir de esto?

El G-7 está en crisis geopolítica y económica, y esto puede ser aprovechado por los países emergentes como México para sacar sus mejores armas tanto en materia de inversiones como en materia comercial.

Alemania en crisis económica, mientras que China y Estados Unidos se pelean, hay que aprovechar la coyuntura para atraer inversiones que no están produciendo mucho en las potencias occidentales y aprovechar los huecos comerciales que por motivo de aranceles pueden quedar descubiertos.

Dicen por ahí que, en río revuelto, ganancia de pescadores. La cuestión es que los pescadores estén atentos al río.

Carlos Gonzalo Blanco Rodríguez
Abogado internacionalista y catedrático universitario.
Correo: [email protected]

@cgonblanc

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