El festival de estrellas fugaces, conocidas como perseidas, tendrá presencia también en la madrugada del 12 al 13 de agosto, la noche de San Lorenzo, cuando la Tierra cruce la órbita del cometa Swift-Tuttle. Cada vez que su trayectoria le lleva cerca del Sol, ese cuerpo celeste de 27 kilómetros de diámetro, el mayor de los que pasan regularmente por las inmediaciones de nuestro planeta, siembra parte de su órbita de residuos desprendidos por el viento solar. Cuando la Tierra pasa por esa zona, las partículas suspendidas se ponen incandescentes por la fricción al entrar en la atmósfera a más de 200.000 kilómetros por hora y producen así las estrellas fugaces.
Las perseidas reciben este nombre porque su aparente lugar de procedencia o radiante se encuentra en la constelación de Perseo. Según la mitología, este héroe griego era hijo del dios Zeus, que bajó del Olimpo en forma de lluvia de oro para poseer a la bella Dánae. Las perseidas ya aparecen registradas en los anales chinos de hace 2.000 años y en la Edad Media se las conocía en Europa como las lágrimas de San Lorenzo, un mártir que, según la tradición, fue asado vivo en el siglo III y cuya festividad se celebra el 10 de agosto.
Para observar la lluvia de estrellas más popular, y también la más fácilmente observable de las que tienen lugar a lo largo del año, solo es necesario alejarse tanto como sea posible de las luces de las grandes ciudades, que ahogan el brillo del cielo, e intentar estar en un lugar claro y despejado sin edificios, árboles o montañas a la vista. También hay que mirar en dirección noreste (en la dirección opuesta de la posición de la Luna para tener más oscuridad), por encima del Ecuador. Este año el periodo de actividad máxima se producirá entre las cuatro de la mañana y las cinco de la tarde (hora peninsular) del martes 13 de agosto, cuando se calcula que habrá entre 80 y 200 meteoros por hora. Por ello, la mejor noche para la observación debería ser la del 12 al 13 de agosto. Eso sí, la Luna, que estará en fase creciente y ya muy luminosa (el jueves 15 habrá luna llena), dificultará la observación. Uno de los consejos para apreciar mejor las perseidas es, si se tiene paciencia y no se tiene sueño, esperar a que la Luna se oculte (ese día sobre 5.00) y aprovechar el breve periodo de tiempo hasta el comienzo del amanecer.
Para los amantes del astroturismo, del 9 al 13 de agosto Astroafición organiza en Madrid actividades nocturnas para ver las perseidas en la Sierra madrileña en compañía de astrónomos, una actividad en la que también se podrán tocar verdaderos meteoritos. El Centro Astronómico de Tiedra, en Valladolid, celebra del 7 al 14 de agosto la Semana Perseida con noches en su observatorio y en la Ermita de Tiedra. Y el complejo rural Entre Encinas y Estrellas, en Cáceres, organiza salidas nocturnas para observarlas.
Contadores de estrellas es un proyecto de colaboración científica ciudadana para participar en el recuento de meteoros y calcular las tasas de actividad de las lluvias de estrellas, una iniciativa en la que colaboran la Organización Internacional de Meteoros (IMO), el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Para ello hay que descargar una aplicación móvil, poner el teléfono en modo nocturno y seguir las instrucciones de la guía que hay en su web.
Con información de El País