El arranque del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador fue “verdaderamente atípico”, lo que generó cautela entre los inversionistas a la hora de tomar decisiones, porque existieron al menos tres factores que influyeron: el proceso de ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la desaceleración económica global y la guerra comercial USA vs China. Para esto ya son dos años donde hemos visto muchos inversionistas detenidos a la espera de que se apruebe el tratado comercial por los tres países y eso tiene un impacto importante.
En días recientes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), anunció acciones para apoyar a la economía nacional con relación al ciclo global que transita en una fase de menos crecimiento, dentro de estas están el impulso a la inversión física, el consumo privado y adelantar procesos de licitación del ejercicio fiscal 2020, con esto se espera animar a sector privado.
El programa está dividido en cuatro rubros: la creación de infraestructura, al que se le destinarán 50,000 millones de pesos (mdp); la entrega de nuevos créditos a través de la Banca de Desarrollo, detonando financiamiento hasta por 270,000 mdp; y la anticipación de contratación y licitaciones de 2020 del gobierno federal, que alcanzará un monto hasta por 116,000 mdp.
Además, el plan de la SHCP está basando su confianza en que existen suficientes recursos públicos para elevar la productividad de Pemex al punto de poder volver a extraer recursos de ella en un mediano plazo.
Cabe señalar que en el contexto actual la economía de nuestro país libró al menos por ahora una recesión técnica, luego que el PIB alcanzara una tasa de crecimiento 0.1% en el segundo trimestre de este año, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) divulgada este miércoles pasado por el INEGI.
Estimado lector todos estos datos son claves para el rumbo de la economía de nuestro país, ya que, si se requiere un “empujoncito” y en el mejor de los casos el efecto del plan en el corto plazo se sentiría hasta el cuarto trimestre del año, sin olvidar que la desaceleración es mundial no solo de México, me parece decisivo echar a andar el presupuesto de gasto federal en acciones que impacten en los bolsillos de todos los mexicanos con empleo formal e ingreso digno.
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