- Valle de Bravo cuenta con un promedio de 24,800 hectareas forestales representado por bosques de pino, oyamel y encino, además de pequeños recintos de bosque mesófilo y la selva baja caducifolia.
- Los principales problemas de deforestación son tala clandestina, incendios, erosión y uso de cambio de suelo a urbano o agrícola.
Fundación Pedro y Elena Hernández avanza con buenos resultados con su programa de educación ambiental en la Cuenca de Valle de Bravo.
Este esfuerzo tiene como objetivo educar a la niños y jóvenes en su mayoría de las etnias Otomís y Mazahuas sobre el cuidado y aprovechamiento de los recursos naturales que los rodean. Durante lo que va del 2019, la Fundación ha trabajado con más de 2,000 alumnos, en 15 primarias y 5 telesecundarias de Valle de Bravo ubicados en los municipios de Valle de Bravo, Donato Guerra y Amanalco.
Dentro de las más de 80 visitas a estos centros de estudio por parte de equipo técnico de la fundación, se ha capacitado a los alumnos en el manejo adecuado de residuos, donde se impulsa una educación para la separación de basura y la reducción de uso de plásticos dentro de las escuelas, buscando lograr la meta de un consumo cero dentro de las instalaciones educativas.
Otro esfuerzo es generar valor al uso sustentable de los bosques que rodean sus comunidades, así como el conocimiento de las especies de árboles que lo forman, sus usos y su aprovechamiento sustentable. En el mismo sentido se trabaja en rescate de los conocimientos de herbolaria, al recolectar y generar conocimiento en las nuevas generaciones de las plantas medicinales que se encuentran en sus áreas naturales, con lo que se refuerza su contacto con el medio ambiente que los rodea y aumenta su entendimiento de la importancia de cuidar sus áreas forestales, formados principalmente por pinos, encinos, oyameles, fresnos y ocotes.
Paralelo a este esfuerzo se mantienen 10 invernaderos dentro de las escuelas, donde se refuerza la teoría con prácticas sobre el uso de compostas, siembra y faenas diarias de un invernadero, procurando un mejor conocimiento para que se planten huertos de traspatio sustentables en sus propios hogares y comunidades de origen.
En declaración, Alberto Labastida, director de Fundación Pedro y Elena Hernández, comentó que la tala indiscriminada de los bosques ha ocasionado un proceso erosivo que, a su vez, es un factor importante para la alta sedimentación de los ríos y en general, de los cuerpos de agua de la región, por lo que es fundamental enseñar a las nuevas generaciones el valor de sus bosques y de su aprovechamiento sustentable.
La participación de los sectores público, privado y la sociedad civil se convierte en un factor determinante para la protección de la zona forestal y de los cuerpos de agua en el municipio. Es así como Fundación busca en las nuevas generaciones apoyar a un desarrollo comunitario sustentable.