Los políticos… Se aprenden libros de memoria, practican sus discursos con modismos de formalidad falsa y ademanes tiesos.
Se bañan en su propio ego, se visten de un color y buscan sólo el poder, sin darse cuenta de que no sirve para trascender.
Nos inundan de falsas promesas de renovación, cuando ni si quiera han pasado por un proceso para renovarse a sí mismos.
Yo no quiero gente así liderándonos, pedimos a gritos seres reales, imperfectos, con luces y sombras pero conscientes de ello y trabajados. Filósofos, no políticos.
Hoy toca dejar de prometer llevar a México a la grandeza para conseguir votos. Toca que a través de la regulación generemos un mundo mejor para los que lo habitamos y para las almas que bajen a aprender después.
Un mundo de menos sufrimiento en donde nos conectemos, nos aceptamos, nos trabajemos, nos ayudamos, pero sobretodo amemos.
Yo quiero un gobierno humano, porque eso somos. Un gobierno de empatía, de fuerza pero de compasión, que rija la agenda política con base en prioridades reales.
El medio ambiente y la educación, deben de ser los ejes rectores globales en ella.
Líderes que lleguen por méritos propios y sobretodo con una finalidad mayor, el amor a la humanidad. Que no le deban favores a nadie y por ello no tengan que generar una atmósfera de impunidad para pagarlos.
Basta de falsedad, empecemos por la lealtad, que para mí es el valor primordial. Lealtad a nosotros mismos y proyectémosla en nuestras elecciones. Yo quiero hacerlo, ¿quién me sigue?
#DESPIERTAMÉXICO
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