La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) alertó sobre la situación de riesgo que se cierne sobre la economía nacional a causa de la parálisis de la aduana del Puerto de Manzanillo, la cual maneja el 44% de la carga nacional vía marítima y representa el 10% de la recaudación nacional de las aduanas.
La Coparmex señaló que las bajas por despidos y renuncias del administrador, subadministradores y parte del personal administrativo, amenazan y comprometen la funcionalidad de la Aduana.
“El daño económico y social que podría provocar el prolongamiento de esta situación será equiparable al bloqueo de las vías férreas ocurrido recientemente en Michoacán, que fue considerado por el Banco de México como una de las causas del nulo crecimiento de la economía en el primer trimestre del año”, advirtió el presidente nacional de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther.
El sindicato patronal explicó que las afectaciones por la virtual parálisis de Manzanillo podrían impactar en un menor flujo de mercancías, ventas al extranjero, así como en la entrada a cuentagotas de productos básicos e insumos, y en consecuencia, una baja en el suministro a la principal zona de impacto en los corredores industriales de Colima, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León, Querétaro, Estado de México, Nayarit, Zacatecas y Aguascalientes.
Por su parte, la presidenta del Centro Empresarial de Manzanillo, Migdalia Arévalo, señaló que la aduana no cuenta con el personal suficiente para atender la demanda del volumen de carga marítima, por lo que advirtió que la falta de acciones y toma de decisiones pone en riesgo la principal puerta de entrada y salida de insumos al país.
El presidente nacional de la Coparmex hizo un llamado urgente al gobierno federal para que la Administración General de Aduanas, el Servició de Administración Tributaria y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público realicen a la brevedad el nombramiento del nuevo Administrador de la Aduana de Manzanillo.
Por su parte, el Centro Empresarial de Manzanillo demandó que la Aduana de Manzanillo genere un análisis del personal que requiere el Puerto para funcionar al 100% de su capacidad y que se fije una fecha definitiva e inaplazable en la que éste cuente con una plantilla activa y en operación de personal calificado, capacitado, y de confianza.