Educar para la paz es una forma de educar en valores. La educación para la paz lleva implícitos otros valores como: justicia, democracia, solidaridad, tolerancia, convivencia, respeto, cooperación, autonomía, racionalidad, amor a la verdad… La educación en valores es un factor importantísimo para conseguir la calidad que propone nuestro sistema educativo y de la promoción del conocimiento, las capacidades, las actitudes y los valores necesarios para producir cambios de comportamiento que permitan a los niños, los jóvenes y los adultos prevenir los conflictos y la violencia, tanto la violencia evidente como la estructural; resolver conflictos de manera pacífica; y crear condiciones que conduzcan a la paz, tanto a escala interpersonal, como intergrupal, nacional o internacional.
Aquí es importante resaltar la labor desarrollada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) suscribieran el jueves 30 de mayo un convenio de colaboración que permitirá, en los distintos ámbitos de competencia y con pleno reconocimiento de que la labor que se realiza impacta de manera directa en el respeto de la dignidad de las personas.
Al suscribir el documento, el presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez y el director general del Conalep, Enrique Ku Herrera, coincidieron en señalar que la capacitación, actualización y formación en derechos humanos constituyen una herramienta fundamental para la disminución de violaciones a los derechos humanos, por ser el mecanismo idóneo para la prevención y concientización sobre la importancia de trabajar en el marco del respeto a la cultura de la legalidad, el reconocimiento del otro y la búsqueda del bien común.
Mediante estas acciones a favor de la educación, los Derechos Humanos y la paz asume creativamente el conflicto como un proceso natural y consustancial a la existencia humana. Además de que es invitar a actuar en el microcosmos escolar y en el macronivel de las estructuras sociales y presupone tomar partido en el proceso de socialización por valores que alienten el cambio social y personal.
Finalmente celebro la determinación del Director General del CONALEP, Enrique Ku Herrera, que tras convocar su comunidad a que la escuela sea espacio por excelencia para la formación de las personas titulares de derechos, territorio propicio para el desarrollo y lugar donde se aprende sobre la paz, la democracia y la justicia social, precisó que la cotidianeidad escolar debe ser un espacio de convivencia pacífica, igualdad, satisfacción, seguridad y tolerancia, y reconoció la importancia del programa Jóvenes Conalep; Jóvenes promotores de paz, mediante el que se busca favorecer la convivencia escolar positiva y libre de violencia.
En un llamado a docentes y alumnos a sumarse a la creación de ambientes escolares libres de violencia y a constituirse en referente de la aplicación de la educación en derechos humanos como opción para promover el respeto a la dignidad de las personas y la formación de las y los ciudadanos que México necesita.
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