Un biocarburante o biocombustible es una mezcla de sustancias orgánicas que se utiliza como combustible en los motores de combustión interna. Deriva de la biomasa, materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, utilizable como fuente de energía.
Para la obtención de los biocarburantes se pueden utilizar especies de uso agrícola como el maíz o la mandioca, ricas en carbohidratos, o plantas oleaginosas como la soja, girasol y palmeras. También se pueden emplear especies forestales como el eucalipto y los pinos.
Al utilizar estos materiales se reduce considerablemente el dióxido de carbono que es enviado a la atmósfera terrestre ya que estos materiales lo van absorbiendo a medida que se van desarrollando, mientras que emiten una cantidad similar que los carburantes convencionales en el momento de la combustión.
¿Sabías que las microalgas fueron los primeros seres vivos en el planeta? Cumplen con una de las funciones más importantes del mundo, que es la de convertir cantidades masivas de dióxido de carbono en oxígeno.
Las microalgas son microorganismos flotantes que pertenecen a la conocida comunidad del “Plancton” y son capaces de crecer en aguas marinas, dulces y residuales.
Algunas de sus características más importantes son que crecen rápidamente, no necesitan desarrollar estructuras para reproducirse (a diferencia de otras plantas terrestres) y son la principal fuente de producción fotosintética del planeta.
¿Sabías que pueden ser utilizadas para crear biocombustibles?
Datos del Sistema Nacional de Investigadores, señalan que con algunos procesos químicos y biotecnológicos puede desarrollarse biogás, biodiesel o bioturbosina, el equivalente al combustible que se utiliza en los aviones.
¿Cómo se genera el biocombustible?
Existen diversos tipos de cultivos de algas, pero el más conocido es el “Fototrófico”, que consiste en cultivar las microalgas en albercas, haciendo que circulen para obtener buena cantidad de luz. Gracias a que las microalgas se reproducen muy rápido, en 14 días pueden ser extraídas para obtener los aceites que después serán refinados y combinados con sosa y alcohol.
De esta forma se evita el uso de tierras de cultivo, por lo que no perjudica a la agricultura.
Sin embargo, aún se necesitan mejoras para hacer de este biocombustible un competidor en el mercado. Se estima que para el 2020 se cuenten con las biorrefinerías necesarias para hacerlo realidad. Además el producir de forma eficiente no alcanzará, también hará falta ser inteligentes. No es posible enfrentar desafíos de índole extraordinarios con soluciones tradicionales.
En un país tan rico en recursos, sólo hace falta voluntad y una política de estado que accione en consecuencia, siendo que trabajar en el autoabastecimiento energético es una responsabilidad que oportunamente decantará en mayor desarrollo económico y social.
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