Enamorarse otra vez, con una canción
Para mi esposo…
Al pasar de los años, la rutina puede traernos inestabilidad emocional. Sucesos inesperados y a veces con mala saña de terceros, nos ocasionan problemas con la pareja de los cuales a veces resulta casi imposible recuperarse. El amor, inevitablemente, se ve inmerso en un quiebre paulatino que en innumerables casos termina por sucumbir ante los malos tratos y posibles infidelidades, buscando la sensación de bienestar que produce la fase del enamoramiento.
Y como ocurre en todos los aspectos de nuestra vida diaria, la música también tiene un papel fundamental en todo esto. ¿Qué sería del amor sin música?, ¿o que sería de la música sin amor? Las repercusiones del arte musical en nuestro cerebro son infinitas y casi todas nos conducen a un estado más sano y alegre. Por ende, no resulta extraño que la música sea uno de los elementos que más influyen en la etapa del enamoramiento, así como en la fase del duelo por un rompimiento. Pero ¿es posible volver a enamorarse de la misma persona?
Escuchar esa melodía que te pone la piel chinita e irremediablemente te hace pensar en tu enamorad@…
El amor es un sentimiento muy complejo que nos lleva por un sube y baja emocional que a veces no podemos comprender ni explicar con simples palabras. Cuando estamos enamorados de alguien asociamos ciertas canciones a su recuerdo, pues reproducen en nuestro cerebro una sensación placentera, o en su caso, un dolor incomprensible.
Según un estudio de la Universidad de McGill de Montreal, Canadá, y publicado por la revista Nature Neuroscience, cuando escuchamos la música que nos gusta se liberan diversos compuestos químicos en nuestro cerebro, como la dopamina, que nos hacen sentir euforia, placer y felicidad. La dopamina se incrementa en respuesta a estímulos o actividades de recompensa, como la comida, las relaciones sexuales u obtener dinero, según explica el estudio, misma que también provoca un estado de bienestar con estímulos tangibles como el enamoramiento.
En el estudio de referencia, los participantes relataron que cuando escuchaban su música favorita sentían un escalofrío que les recorría la espalda, momento en el que sentían el placer máximo. Ese “escalofrío musical” es el que experimentamos en respuesta a escuchar, hacer o sentir algo que nos provoca felicidad, debido al punto máximo en la liberación de dopamina en el cerebro.
De hecho, en el enamoramiento podemos distinguir dos fases principales: En la primera, además de una gran liberación de dopamina, también hay presencia de cortisol, debido al estrés y ansiedad que experimentamos al enamorarnos, tiempo en que las mujeres aumentan sus niveles de testosterona -efecto que las desinhibe-, mientras que en los hombres disminuyen -lo que les permite enfocarse en una sola pareja.
En la segunda fase ocurre una disminución de dichas sustancias, mientras aparecen la vasopresina y la oxitocina, que permiten la creación de lazos entre los individuos, y dan la sensación de seguridad, transformando el enamoramiento en “amor” estable.
Al respecto, un estudio de la Universidad de Siracusa señala que bastan sólo 1.5 segundos para que las hormonas del amor se liberen en el cerebro. Probablemente es suficiente la misma cantidad de tiempo para sentir que ya no amamos a alguien. Sin embargo, el verdadero amor no se acaba de un momento a otro. El verdadero amor rompe cualquier barrera, por dolorosa que sea.
Cuando ocurre el “desenamoramiento”, nuestro cerebro tiene un proceso químico similar, pero a la inversa, que el del enamoramiento. La dopamina eventualmente deja de producirse y nos situamos en una realidad más objetiva, en la que hay un sentido más racional, donde se elige establecer un lazo o vínculo con esa persona, o se decide derrumbarlo todo y volver a empezar con alguien más.
Después de una crisis en pareja, ¿cómo podemos reencontrar el amor?
Hay muchas razones para decidir seguir o dejar a tu pareja. Costumbre, comodidad o el qué dirán se quedan atrás de lo que verdaderamente importa: ¿amas o no amas a esa persona? Amar es entregarse. Amar es recibir lo mismo que diste, aún cuando no hayas esperado nada a cambio. Amar implica compromiso, fidelidad, lealtad, felicidad. Amar es perdonar lo que parece imperdonable y volver a comenzar, las veces que sean necesarias, porque sabes que quieres envejecer con esa persona, porque quieres vivirlo todo con él o ella.
Cuando la crisis llega, lo único que puedes hacer es recibirla. No hay manera de “evitarla” porque esa fase viene mucho antes, precisamente cuando estás en los “ajustes” de la relación. Pero si por algún motivo esa crisis ya le pegó a tu relación, la manera más fácil de salvarla es… sí, con la música. Siempre hay una canción que habla de lo que estás pasando. Siempre uno de tus grupos favoritos te dirá lo que necesitabas escuchar.
En lo personal, la música me ha salvado una y otra vez en distintas etapas de mi vida. La música siempre ha sido un refugio. No solamente tocar un instrumento, ejecutar o componer, sino el simple hecho de ponerse los audífonos y viajar por el infinito musical, porque la música ayuda a liberar dopamina en el cerebro, al igual que el enamoramiento. Por eso es que una canción nos puede cambiar literalmente la vida.
Una canción me acercó nuevamente a sentir lo que alguna vez creí perdido. Una canción me ayudó a conectar otra vez con una persona amada. Una canción me hizo recordar lo que ya había olvidado. Una canción me hizo amar nuevamente y con más fuerza.
Enamorarte otra vez de tu pareja es más fácil de lo que parece. Requiere de renovar los sentimientos que ambos sienten -si ya existían, no se van a ir de un momento a otro. Requiere de sacrificios y de mucha entrega, dar lo mejor de sí, como si no existiera un mañana. Implica levantarse y pelear con todas sus fuerzas -si ya pensaban en terminar, no pierden nada con intentarlo una vez más. Sólo piensen en que, si de verdad se aman, no hay nada que no puedan lograr y la música siempre será esa aliada que ayude a activar las zonas precisas del cerebro. Te aseguro que ambos sentirán otra vez la conexión que produce mariposas en la panza y una emoción muy fuerte al volver a enamorarse. Así de increíble es la música y así de maravilloso es el amor.
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