Un nuevo mundo ha nacido con el uso de la Inteligencia Artificial en el ámbito militar y en la actualidad existe una nueva carrera armamentista en la que China, Estados Unidos y Rusia pugnan por tener hegemonía en lo que para muchos autores se conoce como “La guerra fría de la Inteligencia”.
Rusia está utilizando ampliamente la llamada “munición merodeadora” (o “drones kamikaze”) contra Ucrania. Esta se trata de una mezcla entre un dron “normal” y un cohete. En teoría, este tipo de munición puede bombardear una zona concreta, buscando y determinando el objetivo de forma independiente con Inteligencia Artificial.
Estos dispositivos son los que suelen estar relacionados con el término “Inteligencia Artificial” (IA). Pero, de hecho, el “dron kamikaze” no es tan inteligente, y el alcance de la IA en asuntos militares es mucho más amplio.
La Inteligencia Artificial fue inicialmente orientada hacia el desarrollo de algoritmos para juegos. Sin embargo, su evolución ha permitido que actualmente se oriente también al razonamiento automático, la demostración de teoremas o sistemas expertos que refieren el comportamiento que asume inconscientemente el cerebro para percibir colores.
Son olvidar las redes neuronales o los sistemas conexionistas, los cuales son modelos computacionales conectados a través de neuronas artificiales entre sí para transmitir señales, entre otros.
El desarrollo de IA, se evidencia en la universalización de la economía digital, que consiste en transformar los flujos económicos y los modelos de negocios.
Esta tendencia se refiere a cuatro tecnologías, entre las que se incluye no solo la Inteligencia Artificial, sino también la analítica del Big Data, Internet y Blockchain. Esta última emplea una base de datos compartida que funciona como un libro para el registro de operaciones de compra y venta o cualquier otra transacción.
¿Es la IA un descubrimiento reciente?
La verdad es que no. El propio término “Inteligencia Artificial” se utiliza en relación con el software desde los años cincuenta. El problema es que no existe una definición clara.
En el siglo pasado, “Inteligencia Artificial” era el nombre que se daba a las capacidades que hoy tiene cualquier smartphone.
Las armas “inteligentes” también aparecieron en el siglo pasado. Ya entonces existían, por ejemplo, sistemas de guiado para misiles y proyectiles, que permitían seleccionar y priorizar “independientemente” un objetivo entre varios sin intervención humana.
Los sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de los buques, que, en caso de falta de tiempo para una decisión por parte de una persona, podían disparar ellos mismos contra lo que consideraban un misil que amenazaba al buque.
Por ejemplo, la conocida “mano muerta”, un sistema que puede dar la orden de un ataque nuclear de represalia si considera que las personas que lo controlan ya han muerto.
Pero desde principios de este siglo, el perfeccionamiento de la IA avanza a pasos agigantados, como todos los demás ámbitos de la informática.