Con ayuda de la plataforma internacional change.org, el activista Bryan LeBaron tomó la decisión de actuar en los terrenos de la ética que la democracia abrió para defender las causas de las sociedades decentes y hace tres días difundió un mensaje dirigido a Andrés Manuel López Obrador y una convocatoria a los mexicanos que quieren a su país y lo quieren sano, limpio, honesto.
Al momento de escribir estas líneas, la convocatoria llevaba 13 mil quinientas firmas y contando.
El enojo LeBaron no es gratuito. En 2020, mujeres, niños y un bebé de su familia fueron masacrados en Bavispe, Sonora. De entonces a la fecha, ha dado seguimiento a diversos actos de injusticia y violencia en México.
Por su importancia, me permito transcribir la convocatoria de Bryan LeBaron:
“Desde hace varios días es muy evidente el ataque a la prensa desde la Presidencia de México. Esto genera un ambiente de peligro para ejercer el periodismo y pone en riesgo nuestro derecho a la libertad de expresión.
“El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ocupa importante parte de su tiempo en atacar a periodistas que son críticos de su administración; esto, desde su conferencia de prensa matutina conocida como ‘la mañanera’.
“Lo peligroso de estos ataques es que está generando un clima adverso para el ejercicio del periodismo, más en un país que lleva casi 50 periodistas asesinados durante su administración, superando a sus antecesores.
“Además, de acuerdo con investigaciones como las que realiza la organización Reporteros sin Fronteras, México es el paìs más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina.
“Desde la Presidencia se ha polarizado a la opinión pública. Se ha dividido a la población con una gran variedad de calificativos, todos en tonos de confrontación como fifís, conservadores, etc. La prensa también ha entrado en estas calificaciones.
“Este nulo respeto a su ejercicio se vuelve peligroso, ya que es el periodisfa de a pie, sin protección, el que pone por delante su vida para narrar las noticias de sus pueblos y comunidades; y si no existe protección, alarma que además la Presidencia se vuelva fuente de ataques.
“El problema es que el presidente se ha puesto a sí mismo como el centro para medir lo que es bueno o malo y en esta valoración personal, tiene justificación para los casos de corrupción que han salido a la luz para, de paso, descalificar a los periodistas críticos.
“Como sociedad, debemos ser capaces de cuidar al periodismo en México, que es un espacio de libertad que nos da identidad como país. Pidamos al presidente que deje de atacar a los periodistas y a la Fiscalía General de la República, usar sus facultades para marcarle un límite.”