Ivan Reitman, el influyente cineasta y productor detrás de las populares comedias Animal House (“Colegio de animales”) y Ghostbusters (“Los cazafantasmas”) ha muerto. Tenía 75 años.
Reitman falleció pacíficamente mientras dormía el sábado por la noche en su casa en Montecito, California, dijo su familia a The Associated Press.
“Nuestra familia lamenta la pérdida inesperada de un esposo, padre y abuelo que nos enseñó a siempre buscar la magia en la vida”, dijeron sus hijos Jason Reitman, Catherine Reitman y Caroline Reitman en un comunicado conjunto. “Nos consuela que su obra como cineasta dio risas y alegría a innumerables personas en el mundo. Mientras pasamos el duelo en privado, esperamos que aquellos que lo conocieron a través de sus filmes lo recuerden siempre”.
Conocido por grandes e indecentes comedias que retrataron el espíritu del tiempo, el primer gran éxito de Reitman llegó con la comedia universitaria National Lampoon’s Animal House, que produjo. También dirigió a Bill Murray en su primer papel protagónico en Meatballs (“Los incorregibles albóndigas”) y nuevamente en Stripes (“El pelotón chiflado”), pero su éxito más notable fue con Ghostbusters de 1984.
No sólo la comedia sobrenatural e irreverente protagonizada por Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis, Ernie Hudson, Sigourney Weaver y Rick Moranis sumó casi 300 millones de dólares a nivel mundial, se ganó dos nominaciones al Oscar y creó una verdadera franquicia, incluyendo series de televisión derivadas y nuevas películas como Ghostbusters: Afterlife (“Ghostbusters: El Legado”) que se estrenó el año pasado, dirigida por su hijo Jason.
Entre otras películas notables que dirigió Reitman destacan Twins (“Gemelos”), Kindergarten Cop (“Un detective en el kinder”), Dave (“Dave, presidente por un día”), Junior y Six Days, Seven Nights (“Seis días y siete noches”). Como productor también se destacó por Beethoven, Old School (“Aquellas juergas universitarias”) y EuroTrip (“Euroviaje censurado”) entre muchas otras, incluyendo varias de su hijo Jason.
Nació en Komárno, Checoslovaquia, en 1946 donde su padre era dueño de la más grande fábrica de vinagre del país. Cuando los comunistas comenzaron a aprisionar a capitalistas tras la guerra, los Reitman decidieron escapar, cuando Ivan tenía sólo 4 años. Viajaron en la bodega cerrada de una barcaza rumbo a Viena.
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“Recuerdo flashes de escenas”, dijo Reitman a AP en 1979. “Después me dijeron que me dieron un par de píldoras para dormir para que no hiciera ningún ruido. Estaba tan sedado que me dormí con los ojos abiertos. Mis padres temían que estuviera muerto”.
Los Reitman llegaron con un pariente a Toronto, donde Ivan mostró sus inclinaciones por el espectáculo: comenzó un teatro de marionetas y daba funciones en campamentos de verano, también se presentaba en cafeterías con un grupo de música folk. Estudió música y teatro en la Universidad McMaster en Hamilton, Ontario, y comenzó a hacer cortometrajes.
Con sus amigos y $12,000 Reitman hizo una película en nueve días, Cannibal Girls (“Mujeres caníbales”), que American International accedió a distribuir. Produjo con un presupuesto de 500 dólares una revista semanal de televisión “Greed”, con Dan Aykroyd, y se convirtió asociado con el grupo Lampoon en su revista off-Broadway con John Belushi, Gilda Radner y Murray. Esto llevó pronto a “Animal House”.
Para cuando llegó la película de la década de 1990 “Kindergarten Cop”, Reitman se había establecido como el director de comedia más exitoso de la historia. Aunque ni siquiera la experiencia de ser padre de tres hijos lo había preparado para la ardua tarea de dirigir a 30 niños ente 4 y 7 años en la comedia protagonizada por Arnold Schwarzenegger.
Reitman bajó su ritmo como director tras “Six Days, Seven Nights” a la que siguieron sólo cuatro películas: “Evolution” (“Evolución”), “My Super Ex-Girlfriend” (“Mi súper ex-novia”), “No Strings Attached” (“Amigos con derechos”) y “Draft Day” (“Decisión final”) de 2014.
Pero continuó produciendo y con “Ghostbusters: Afterlife” incluso estuvo cerca de la prensa con su hijo, dando momentos emotivos por su cambio de estafeta.
Cuando le preguntaron el año pasado por qué la película de 1984 continuaba fascinando, Reitman dijo a AP que era difícil de definir.
“Siempre tuve una especie de enfoque sincero para la comedia”, dijo. “La tomé seriamente a pesar de que era una película de terror y una comedia, sentía que tenías que lidiar con ello de una forma realista y honesta”.