Bastión político – El coronavirus exhibe al gobierno mexicano

En memoria de Rogelio, amigo fraterno, tu amistad permanece entre nosotros

 

Como se ha hecho costumbre, publicaciones de prestigio internacional señalan lo que internamente en el país se trata de ocultar o negar respecto a los graves y complejos problemas que enfrenta la nación. En esta ocasión, el periódico español El País y el prestigiado diario The New York Times  señalan en sendas investigaciones el ocultamiento de datos realizado por el gobierno mexicano en relación con la magnitud de la pandemia del coronavirus en México destacando la falta de preparación del sistema nacional de salud para hacer frente a este virus letal que hoy ahonda la fragilidad de la estructura económica nacional y aumenta  los rasgos de ingobernabilidad que la 4ª transformación está representando para la sociedad mexicana.

 

El diario El País apunta que el numero de contagiados en Mexico sería de entre 620,000 y 730,000 con base en datos de la propia Secretaria de salud.  Al respecto debemos señalar que efectivamente el sistema de vigilancia epidemiológica llamado “centinela”, utilizado desde administraciones pasadas, es un método probabilístico y no de registro de datos duros, situación que no fue explicada al inicio de su uso para reportar las cifras oficiales de contagio y defunciones que causaba el desarrollo de la pandemia en el país.  Fue sólo hasta después de que surgieran múltiples cuestionamientos realizados por expertos a la veracidad de las cifras con las cuales se informaba a los mexicanos respecto del avance y letalidad de la pandemia que el gobierno mexicano reconoció lo relativo de las cifras presentadas y con aplomo digno de mejores causas el responsable de la estrategia de atención epidemiológica  reconoció que por cada caso reportado se debería considerar la existencia de entre ocho y doce casos más. Incluso en su conferencia de prensa del dos de mayo pasado presentó una gráfica de casos estimados por el propio sistema de 106,380 contagiados, este reporte de estimados no volvió a aparecer en los siguientes reportes.

 

Actualmente se nos informa que el modelo centinela ya perdió su utilidad por el propio desarrollo de la pandemia y que lo relevante es abocarse a evitar la saturación de los servicios médicos en la atención de los enfermos, de este tamaño es la soberbia ante una sociedad con incertidumbre y desconfianza, particularmente cuando es de conocimiento público que la mayoría de los hospitales de la ciudad de Mexico y área metropolitana ya están rebasados.

 

La pregunta obligada es si esta política corresponde a un error estratégico al no medir adecuadamente la magnitud de la pandemia, lo que explicaría la falta de preparación del sistema de salud nacional para contenerla y que se evidenció crudamente por los propios médicos, enfermeras y directivos de los centros hospitalarios que reclamaron públicamente la falta de insumos, equipo y personal para atender a los enfermos, o  corresponde a una acción deliberada. Se mintió y se sigue mintiendo.Pareciera que el fin es alimentar la retórica triunfalista de un gobierno que hasta hoy se sigue mostrando ineficiente y requiere  del manejo político de las cifras para construir escenarios virtuales.

 

El coronavirus no solo ha desnudado esta incapacidad de gestión y de falta de ética política, también ha evidenciado las confrontaciones al interior del grupo gobernarte. El New York Times exhibe las diferencias políticas surgidas por el manejo de la pandemia y señala la postura del gobierno de la Ciudad de Mexico quien al margen de la coordinación de la Secretaría de Salud realiza sus propios registros que triplican a decir del diario los reconocidos por la Secretaria de Salud para esta entidad. Deberíamos recordar al respecto que lo mismo han realizado otras entidades gobernadas por MORENA como es el caso de Baja California y Puebla por no señalar a otros Estados gobernados por la oposición, quienes también han denunciado que el gobierno federal miente e incluso han tomado sus propias medidas de contención rebelándose a las directrices del ejecutivo.

 

Dos elementos adicionales surgen en el contexto de la emergencia sanitaria, que, en palabras del diputado por MORENA Porfirio Muñoz Ledo, “el imperio de la corrupción se instaló en la pandemia”  y que la verdadera naturaleza de las prioridades presidenciales es el control electoral del país. Temas a los que les dedicaremos su propio espacio en las siguientes colaboraciones.

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