XOCOLATL Y TAMALLI Fiesta de la Presentación del Señor

Columnista Daniel Valdez García

 

2 de febrero de 2023, ciclo A.

Sacerdote Daniel Valdez García

Estimados todos!

Deseo invitarlos a no olvidar nuestras raíces que hunden sus raíces en nuestras valiosas tradiciones.

La Virgen María y san José siendo fieles a la tradición de sus antepasados y respetaron la ley que pidió circuncidar al niño Jesús a los ocho días de nacido y hoy en esta Fiesta de la Presentación del Señor se nos recuerda que la Ley pedía que para la purificación de la madre que había derramado sangre en el nacimiento de su hijo se presentará en el templo para su purificación a los cuarenta días si era varón, y ochenta si había sido niña.

Así que en mi opinión, les digo que estamos ante una de las grandes tradiciones mexicanas con la celebración llamada Día de la Candelaria, tan nuestra como el Día de Muertos, Las Posadas y los Santos Reyes.

Enseguida les comparto los antecedentes prehispánicos. El inicio del año azteca era en el mes de febrero, y los cinco días anteriores se consideraban los más oscuros, los no tan atractivos, y de las últimas cosechas llevaban a sus templos las mejores semillas de cacao y maíz.

Xocóatl, era la bebida mas famosa del nuevo Mundo desde 1570. Antes se usó la palabra náhuatl cacáhuatl (agua de cacao), para designar la bebida que tomaban los pipiltin. Y la preparaban cuidadosamente las mujeres.

Tamal viene del náhuatl “tamalli”, que significa envuelto, como país tenemos más de 500 tipos de tamal, los españoles le llamaron pastel de maíz.

Tras la visita al templo, se comían estos dos magnificos productos, por eso titulé a esta reflexión Xocólatl y Tamalli.

Las lecturas bíblicas de hoy se centran en la importancia del templo como lugar de encuentro con Dios. Y hemos de recordar que el pasaje del evangelio de san Lucas, que es muy lógico, nos llevó junto con los pastores-sacerdotes hasta el lugar indicado por el ángel que como señal dijo: «Encontrarán al niño envuelto en paños y recostado en un pesebre», ellos los expertos pastores-levitas que criaban a los corderos para el sacrificio del templo en las inmediaciones de Belén, fueron, vieron y contaron a todos los que habían visto. Como el sacrificio era diario, así como el sacrificio por las innumerables familias en la pascua judía, es seguro que estos pastores fueron al templo y contaron, así entendemos mejor que tanto el anciano Simeón y la profetisa Ana estuviesen atentos a que los padres del niño se presentaran en el templo para el sacrificio de purificación de la madre (Levítico 12, 1-4).

La palabra del anciano Simeón: «luz que alumbra a las naciones…» (Lucas 2, 22-40), motivaron a que los fieles se presentaran en este día acompañados de velas que antiguamente eran candelas, de ahí le vino el popular nombre de “Fiesta de la Candelaria”, y no hay que olvidar que dichas velas se encendías cuando había la amenaza de enfermedad o fuertes tormentas, así como la profecía del padre Pío: “tres días de oscuridad habrá y solo arderán las velas bendecidas en el día de la Candelaria”.

Centrándome un poco en la importancia de no olvidar nuestras tradiciones, reconocemos que a la llegada de los misioneros españoles trajeron consigo esta fiesta de la Candelaria y se unió al gozo del año nuevo azteca celebrado con chocolate y tamales. Por eso, toda tradición y costumbre debe ser EXPLICADA, APLICADA Y ACTUALIZADA para que sea auténticamente evangelizada y así la piedad popular ocupe dignamente el lugar que le corresponde en la Iglesia.

Así que la presentación  del Niñito Jesús al templo es la última celebración de los misterios de la infancia de Jesús y por eso hay personas que hasta ahora quitan el nacimiento y sus adornos de Navidad, pues la imagen del Niñito Jesús es levantada del pesebre, vestido cuidadosamente y llevado al templo en brazos de sus padrinos que recuerdan el pasaje de san Lucas que hemos escuchado. Así surge la más pequeña y humilde de las virtudes, la esperanza, que es como una brasa o semilla de mostaza, pero muy importante. Esta fiesta celebra la esperanza de la redención para todos, a eso ha venido Jesús. Vino a liberarnos de lo que nos impide ser felices digna y cristianamente. Todo eso debe servir de trasfondo y hasta motivo para conservar adecuadamente nuestras raíces cristianas y muy mexicanas.

Feliz día de la presentación del Señor. Que vivan nuestras raíces cristianas y nuestras tradiciones mexicanas. ¡Feliz día de la Candelaria!

Amén, amén, Santísima Trinidad.