Cuando es necesaria la extracción de muelas, no solo basta con quitar el malestar, también implica darse tiempo para la recuperación de la cirugía y llevar al pie de la letra las indicaciones médicas para evitar complicaciones.
La intervención suele ser sencilla en la mayoría de los casos, sin embargo, se debe estar bien informado sobre que se puede comer o no, luego de quitarte la o las muelas.
El que la recuperación sea favorable y no se presente alguna complicación dependerá tanto como del tratamiento médico como de la alimentación.
Sopa: Es recomendada para los pacientes que han pasado por una extracción de cordales, ya que serán la fuente principal de proteínas para esos primeros días de dieta blanda. Lo mejor es hacerlas a base de caldo, sin trozos grandes que puedan dificultar su ingesta, y no comerlas demasiado calientes, para evitar dañar la herida.
Puré: Es ideal esta alternativa para no descuidar nuestra alimentación y seguir comiendo vegetales. El de patatas está lleno de fibra y es ideal para comerlo después de una extracción de muelas del juicio.
Lácteos: Por su consistencia suave y ligera, alimentos como el yogur, el queso suave o la nata son ideales para la recuperación.
Helado: Lo más aconsejable es comenzar a alimentarse con alimentos semilíquidos y suaves, además de que el frío ayuda con la inflamación, y adormece las zonas adoloridas, por lo que el helado es una excelente opción para el postoperatorio. Lo ideal es optar por sabores naturales que no tengan muchas grasas o azúcares añadidos.
Se recomienda no usar popote, ya que la fuerza de succión puede eliminar los coágulos que ayudan a la curación. Si estás muy inflamado, usa una jeringa de alimentación, e intenta pasar a la cuchara y el vaso cuanto antes.
