La luz al final del túnel

Enrique Martínez y Morales columnista

Conforme se acerca el fin del año, las mediciones actuales y los pronósticos sobre la inflación toman cada vez más relevancia. Y es que necesitamos conocer ese número para saber en cuánto tendremos que ajustar los precios de nuestros productos y servicios para no afectar utilidades y en qué proporción deberán crecer los sueldos y salarios para que no pierdan poder adquisitivo.

La inflación, como sabemos, es el incremento generalizado en el nivel de precios de una economía y es de todos conocido que la actual es la más alta registrada en el presente siglo. Además de conocer el dato inflacionario, es relevante estudiar las proyecciones para tomar decisiones racionales en consecuencia.

Hace algunos días acudí a una conferencia dictada por el subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath, organizada por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, en la que dejó muy clara su de visión de corto y mediano plazo al respecto.

El primer punto destacable que mencionó fue el relacionado con el origen de la inflación, el cual es mayoritariamente externo causado principalmente por el alto costo internacional de los energéticos, de los alimentos y de la logística.

El segundo tiene que ver con el remedio, y reconoció lo poco eficaz que es en México la política monetaria restrictiva implementada por Banxico toda vez que nuestra economía presenta una escaza profundidad financiera y un incremento en la tasa de interés tiene una incidencia parcial en la cantidad demandada de dinero en la economía.

Esto quiere decir que, aunque una subida en las tasas sea estímulo para que la gente se endeude menos y ahorre más, limitando su consumo, demandando menos dinero y quitando presión a los precios, comparado con otros países son muy pocos los casos y los montos en que esto sucede.

El tercero es relacionado con las expectativas. ¿Bajará la inflación en la recta final del año? Todo parece indicar que ya estamos llegando su pico máximo y que, conforme nos aproximemos al final del año, ésta comenzará a ceder. Por supuesto que dependerá de muchos factores, principalmente por el precio internacional del petróleo y de los energéticos en general, que ya se espera comience a bajar.

La eficiencia del Plan Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), que consiste en el control del precio de ciertos productos esenciales y que hasta el momento no ha gozado del éxito esperado, también jugará en la contención o no de la escalada de precios.

Y por supuesto lo que hagan en nuestro vecino del norte. Sobre todo, la Fed, su banco central, que ha anunciado ya un sostenimiento de la política monetaria restrictiva. En suma, se vislumbra ya una luz al final del túnel. Solo queda rezar por que no exista un choque externo, como otra guerra inesperada u otra pandemia no prevista.

Como dijo el propio Heath en su presentación. Solo esperemos que la luz que se ve al final del túnel no sea un tren que venga en sentido contrario y nos choque de frente.