Capilla Sixtina ¿Conocías estos datos?

Capilla

El 10 de mayo de 1508 Miguel Ángel comenzaba a desarrollar la pintura sobre los frescos de la Capilla Sixtina. Una Capilla que ha pasado a la historia como uno de los lugares más emblemáticos del Vaticano y del arte del Renacimiento.

El artista plasmó con sus frescos gran parte del pensamiento católico convirtiendo a este recinto en uno de los lugares más importantes del catolicismo y del arte del Renacimiento del mundo.

Hoy en día es uno de los símbolos más importantes de la religión católica y también uno de los sitios más concurridos de toda Italia: se dice que al año la visitan unos 5 millones de personas.

Datos curiosos de la Capilla Sixtina

 ¿Quién fue el que la mandó a construir?

Aunque Julio II pasó a la historia como el responsable de contratar al escultor para trabajar en la capilla, lo cierto es que la idea de realizar tan semejante lugar no fue de este papa.

Fue el papa Sixto IV quien decidió remodelarla en 1477, y la convirtió por primera vez en la Capilla Sixtina. Al paso del tiempo se fueron añadiendo pinturas y frescos. En 1483, se celebró la primera misa en la capilla y consagró a la Virgen María.

Miguel Ángel no fue el único pintor de la Capilla

La capilla está decorada por pinturas de artistas cuatrocentistas como Perugino, Ghirlandaio, Botticelli y Cosimo Rosselli. Sin embargo, las obras más simbólicas son de Miguel Ángel Buonarroti. En la parte central de la bóveda creó una serie de nueve escenas del Génesis: La Creación, La Relación de Dios con la Humanidad y La Caída del Hombre.

Miguel Ángel y su bloqueo

Hay numerosas pruebas que certifican que Miguel Ángel no disfrutó para nada trabajar en este recinto religioso. Entre otras cosas, el artista escribió un poema que habla sobre la tortura física y mental que le provocaba trabajar ahí; incluso dice que debería cambiar de rubro y no ser más un pintor. Se cree que el pintor padeció artritis, lo cual debió obstaculizar su labor. El pintor comenzó su obra el 10 de mayo de 1508.

 El templo de Salomón

Un lugar como este fue pensado hasta el más mínimo detalle, cabe resaltar que las medidas de la Capilla Sixtina, según las versiones oficiales mide exactamente un ancho de 40,9 metros y 13,4 metros, exactamente los mismos que tenía el Templo de Salomón el cual es descrito en el Antiguo Testamento de la Biblia.

Dios para el final

Miguel Ángel dejó la imagen de Dios para pintar al final por una razón muy especial: quería ensayar y perfeccionar su técnica con el resto de la obra para que en el momento de llegar hasta Dios la imagen quedara perfecta.

Más de 300 figuras

El plan inicial de la decoración era colocar imágenes de los 12 apóstoles en la bóveda. Sin embargo, Miguel Ángel exigió que le dejaran el diseño final a su consideración. De esa manera amplió el proyecto y acabó colocando más de 300 figuras en 9 escenas del Génesis en la bóveda, profetas y sibilas en las pechinas y los Antepasados de Cristo en los lunetos.

La primera vez que el mundo vio a Dios

La imagen que creó Miguel Ángel de Dios fue algo innovador para su época. Antes de ello se le representaba solo con una mano, pero la imagen del artista lo presentó muy similar al Zeus griego: una entidad poderosa y musculosa con gesto duro.

Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina de pie

Muchas fuentes afirman que el artista pintó sus frescos recostado sobre el andamio, sin embargo, esto no es del todo cierto. En realidad, el artista y sus ayudantes utilizaban esos mismos andamios de madera que les permitían estar de pie y alcanzar la altura de sus cabezas.

El propio Miguel Ángel diseñó el singular sistema de plataformas, que se sujetaban a las paredes con ménsulas. La idea de que Miguel Ángel pintaba de espaldas puede provenir de la película de 1965 La agonía y el éxtasis, en la que Charlton Heston retrata al genio.

 

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